El discurso inicial de Amin da el tono del personaje: El típico revolucionario que piensa que todo iba mal porque mandaban seres corruptos, pero que cuando mande él se va a arreglar. Esas personas no miran el mundo en clave de problemas y medios, quizás insuficientes, para resolverlos, sino de culpa y castigo. Cuando algo sale mal, no hay errores bienintencionados, sino incompetencia o traición (si el error es de otro), o bien sabotaje (si el error es propio, el Dictador Revolucionario razona: Como soy el salvador que no puede equivocarse, el fracaso de mis medidas se debe a una mala información -intencionada- o al sabotaje de la ejecución de las mismas).

Y el perosnaje del médico es, con todos los respetos, un cerdo: Un aventurero que quiere divertirse y aprovecharse de los pobres para ello. Quiere ir a un sitio exótico y foll** con negras, como demuestra en la forma de decidir a donde viaja, las opciones que toma y como las toma (Ir a Canadá o a Uganda; quedarse o no en la misión; acostarse o no con la esposa de uno o de otro; "delatar" o no al ministro que envidia ...) . Es el tipo de incosciente egocéntrico que se ve atraido por el Dictador Revolucionario, y viceversa.

Una historia, en suma, que sólo puede acabar en sangre porque sus protagonistas son niños grandes con poder, dedicados al abuso y al autoengaño que menudea en los ambientes "revolucionarios".

Se podía haber echo mejor, se podía haber contado más de los horreres de Amin Dadá, pero creo que no se podía haber reflejado mejor como personas que manifiestan estar llenas de buenas intenciones, pueden cometer las peores acciones.