-A raíz de la aparición de 'El silencio de los corderos' y de 'Instinto básico' a principios de los 90, los thrillers o películas de suspense se pusieron muy de moda entre los directores y el público que asistía a ver esas historias llenas de tensión y con final inesperado. Sin embargo, la mayoría de thrillers que se hicieron a lo largo de esta época fueron muchos filmes de poca calidad, rodeados de estrellas y con claras intenciones comerciales. Para dar más comercialidad se añaden gran cantidad de escenas eróticas y de sexo que no vienen a cuento y que solo sirve para alargar otro de esos thrillers absurdos. 'Nunca hables con extraños' no es la excepción y es un claro ejemplo de con lo poco que el público de aquella época se conforaba si les decían que iban a ver una película de suspense. Pero veamos, no debemos confundir intriga con suspense. En ningún momento presenciamos climas asfixiantes y agobiantes, sino que nos dedicamos a esperar y esperar, mientras Rebecca de Mornay y Antonio Banderas se lo montan tan tranquilamente por detrás de las rejas de su casa. Por no hablar de ese patético final, donde Hall confunde un final inesperado con un final estúpidamente ridículo y nada creíble. (spoiler)
La banda sonora es la propia de un thriller y no pasaría de ser correcta. La dirección de Peter Hall es pobre y no se preocupa de crear una buena película, sino solo de hacer una simple película con sabor de telefilm de tarde que por lo menos sea entretenido, única virtud que la película posee. En lo referente a las actuaciones, todavía me cuesta creer como Rebecca de Mornay y Antonio Banderas se metieron en esto. Los actores no pintan nada y se muestran sosos, como perdidos en la cámara. Solo pasan de mostrarse correctos y punto.

En resumen, un thriller estilo años 90, con su intriga y sus altas dosis eróticas, que no pasa del simple pasable, con un final realmente absurdo y que para mi gusto habiendo estado más trabajado y mejr dirigido podría habérsele sacado más partido al argumento.