Producto que gastó la mitad de su presupuesto en pagar a un tío por remover macarrones con tomate junto a un micrófono para los efectos de sonido, y en dos duchas de Ikea, pero que resulta más que interesante, principalmente en la premetamorfosis y en la metamorfosis misma, aunque la parte de mosca entera se resuelve con un digno final.

A partir de aquí, Jeff Goldblum se deshinchó como actor, aunque se le hinchó la cuenta bancaria, y a Geena Davis se le radicalizaron las facciones de la cara, echando a perder su encanto de chica mona.

No he visto la original, pero sí vi la de La Cosa y me da que son del mismo palo: ciencia ficción oxidada, así que no las comparo. Además, tengo la intuición de que los detallitos que más me gustan de esta peli, (escopeta en la sien, sobredosis de azúcar en el café, etc) son cosecha propia de Cronenberg, aunque vete tú a saber...