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Voto de Sines Crúpulos:
3
5,4
15.780
Intriga. Terror
Para ayudar a su pequeña hija de nueve años (Dakota Fanning) a recuperarse del golpe que significó el suicidio de su madre, un psicoanalista neoyorquino (Robert De Niro) deja la ciudad y se va a con la niña a vivir a una casa en el bosque. Lejos de ayudarla, el entorno parece alterar aún más a la pequeña, cuyas actitudes se vuelven cada vez más inquietantes. Ella comienza a hablar de un peligroso amigo imaginario llamado Charlie, que ... [+]
14 de abril de 2007
88 de 111 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los otros, el sexto sentido, el escondite... el malo (o el muerto) es justo el que menos te imaginas de todo el reparto. La primera vez, claro. Ahora ya, está claro quién es. Porque es la moda.
Aún así, no todo en una película consiste en saber quién es el malo. Eso es para las pelis de Hércules Poirot. Hay giros de guión esperados e inesperados. Si lo has visto venir, no pasa nada, el tema es que estés enganchado a la trama.
Pero, por favor, esos 20 últimos minutos de la película... NOOO, los hemos visto mil veces ya.
Aún así, no todo en una película consiste en saber quién es el malo. Eso es para las pelis de Hércules Poirot. Hay giros de guión esperados e inesperados. Si lo has visto venir, no pasa nada, el tema es que estés enganchado a la trama.
Pero, por favor, esos 20 últimos minutos de la película... NOOO, los hemos visto mil veces ya.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Odio estos finales, y son tremendamente iguales. Constan de:
Un lugar apartado, casi siempre una casa de campo.
Un psicópata asesino armado, casi siempre con un cuchillo (o un hacha)
Un inocente protagonista, pobrecito.
(Opcional) un segundo protagonista que aparece en el apartado lugar justo en el instante en el que el primer protagonista va a morir.
Y la escena transcurre SIEMPRE así:
es de noche, claro.
El psicópata llama a la víctima, que se ha escondido. Se toma su tiempo y anda despacio. ¿Por qué? porque es el final de la peli y hay que aumentar la tensión, no hay otra explicación. (variante: el psicópata canturrea durante la persecución)
Durante la persecución tanto el malo, como el bueno, tienen grandes posibilidades de matarse el uno al otro, pero un tropezón, un resbalón, un gato, un timbre... lo que sea, ¡casualidad!, lo impide. (variante: no hay variante)
La muerte final: el segundo protagonista casi consigue matar al malo de la peli, pero este queda... aturdido, malherido. El heroico homicidio se reserva para el prota, y este suele ser muy simbólico: el asesino acaba muriendo con algún instrumento significativo de su vida: el bate de beisbol de cuando era pequeño, o como era agricultor, aplastado por el tractor, o, como le gustaba el blues, con una Gibson atravesándole el corazón. (variante - por cierto, muy utilizada-: al malo le matan tres o cuatro veces, porque no sé por qué, pero no para de resucitar el tío. Qué pesado. Y los buenos encima no se aseguran de rematarlo, tampoco sé por qué).
Pero lo mejor es que en cuanto muere DEFINITIVAMENTE el psicópata persecutor y malvado, empieza a llegar al apartado lugar todo quisqui: el poli bueno, el vecino, la amiga, el amigo, el primo, el de la moto...
JAJAJAJA JAJAJA JAJAJAJAJA
Un lugar apartado, casi siempre una casa de campo.
Un psicópata asesino armado, casi siempre con un cuchillo (o un hacha)
Un inocente protagonista, pobrecito.
(Opcional) un segundo protagonista que aparece en el apartado lugar justo en el instante en el que el primer protagonista va a morir.
Y la escena transcurre SIEMPRE así:
es de noche, claro.
El psicópata llama a la víctima, que se ha escondido. Se toma su tiempo y anda despacio. ¿Por qué? porque es el final de la peli y hay que aumentar la tensión, no hay otra explicación. (variante: el psicópata canturrea durante la persecución)
Durante la persecución tanto el malo, como el bueno, tienen grandes posibilidades de matarse el uno al otro, pero un tropezón, un resbalón, un gato, un timbre... lo que sea, ¡casualidad!, lo impide. (variante: no hay variante)
La muerte final: el segundo protagonista casi consigue matar al malo de la peli, pero este queda... aturdido, malherido. El heroico homicidio se reserva para el prota, y este suele ser muy simbólico: el asesino acaba muriendo con algún instrumento significativo de su vida: el bate de beisbol de cuando era pequeño, o como era agricultor, aplastado por el tractor, o, como le gustaba el blues, con una Gibson atravesándole el corazón. (variante - por cierto, muy utilizada-: al malo le matan tres o cuatro veces, porque no sé por qué, pero no para de resucitar el tío. Qué pesado. Y los buenos encima no se aseguran de rematarlo, tampoco sé por qué).
Pero lo mejor es que en cuanto muere DEFINITIVAMENTE el psicópata persecutor y malvado, empieza a llegar al apartado lugar todo quisqui: el poli bueno, el vecino, la amiga, el amigo, el primo, el de la moto...
JAJAJAJA JAJAJA JAJAJAJAJA