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Voto de Lafuente Estefanía:
6
Western Al ex oficial confederado Clay Fletcher se le concede la oportunidad de reunirse de nuevo con su amiga, Susan Jeffers, cuando su padre, el juez Fletcher, le manda un recado a El Paso, Texas para obtener la firma del padre de Susan, el juez Jeffers, en un documento legal. Una vez allí descubre que el juez se ha convertido en un borracho y un hazmerreír, haciendo la licitación del magnate local Bert Donner y su lacayo, el sheriff La ... [+]
6 de noviembre de 2022
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Arrastrar las togas por el barro, es decir subordinar la aplicación recta de la ley a los intereses de los poderosos o de los políticos. Arrastrar las togas por el barro es lo que sugería a los jueces hace unos años cierto ministro de Justicia español que hoy aspira a presidir, nada menos, que el Tribunal Constitucional.
Es lo que tiene el cine, el western, que a través de una cinta medianita de finales de los 40 nos plantea cuestiones importantes de actualidad.
La historia va de un abogado honesto, Clay Fletcher (Payne), que al llegar a la ciudad texana de El Paso se encuentra que el cacique de turno, Bert Donner (Hayden), impone su ley con la ayuda del sheriff La Farge (Foran) y de un juez borracho y venal, Henry Jeffers (Hull).
El sistema es rápido. En menos de cinco minutos tenemos acusación falsa, juicio, veredicto del jurado y ahorcamiento.
Escandalizado, Clay tratará de hacer valer las leyes con la ayuda de un simpático vejete, Peski Tees (Hayes) y de su prometida Susan Jeffers (Russell), un poco al hilo que luego veremos en "El hombre que mató a Liberty Valance" (1962). Tiempo perdido. Es entonces cuando devuelve violencia por violencia olvidando escrúpulos legales. Mismamente lo que recomendaba aquel "jurista".
Por lo demás la película entretiene con una historia muchas veces vista, con un guion flojo y un ritmo irregular. Bien la defensa que se hace de las leyes. También la denuncia del aprovechamiento que hicieron los sinvergüenzas durante la guerra civil para colocar en las ciudades sheriffs, funcionarios y jueces que actuaban a su servicio para enriquecerse a costa del resto del pueblo.
Interpretaciones que no pasan de regulares, destacando Hayden y Hayes. Bien la escena del tiroteo en medio de la tormenta de arena, como la coralidad de la última escena que cierra la obra.
Cinematográficamente pasable, por su defensa de los valores éticos en la justicia y el rechazo al "arrastre de las togas por el barro" la dejamos en interesante.
Lafuente Estefanía
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