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Voto de Lafuente Estefanía:
5
Western Un ex ladrón de diligencia es cazado por un vengativo Mariscal de los Estados Unidos. (FILMAFFINITY)
8 de abril de 2021
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No era un buen negocio robar diligencias en lo que parece el "bosque de Sherwood" de Texas. Después de robar con éxito unas cuantas, los forajidos de la cinta siguen durmiendo al raso y comiendo siempre judías. Y encima dejan tuerto a uno de los conductores, Calhoun (Coates), que se hace marshall para perseguirlos por todo el estado y así poder vengarse.
Para entonces Nathaniel Reed (Adkins) se ha casado con una angelical maestra, Laura Lee (Harrison) y se ha hecho ranchero. Sin embargo sus "hazañas" han pasado ya a las novelas baratas del Este, las cosas se tuercen y debe volver al bandidaje junto a dos antiguos colegas, el bueno de Sid (Nelson) y el malvado Bell (Duhamel). Ahora, para mala lo que se dice mala la ayudante del marshall, la muy sádica Bonnie (Marie). No es nada frecuente encontrarnos en el western con mujeres tan violentas.
El argumento va de venganzas y de traiciones. Nada nuevo. Con un guion que necesita apoyarse en los subtítulos para explicar los saltos temporales. El tono es de drama pero con algunos toques desenfadados, como la actitud casi paternal de los ladrones en los atracos.
Paisajes bonitos aunque monótonos, sin salir del bosque. Cuidada ambientación pero pobre, como ejemplo la única escena de saloon o la última de las diligencias que atracan que no es más que un simple carro de mercancías. Las demás, hay que reconocerlo, son muy aparentes.
Pobreza de medios que también se aprecia en la escasa nómina de actores, apenas hay algunos figurantes y unos pocos secundarios, si bien todos ellos con un interpretación más que digna.
Destacamos entre estos últimos al Doctor Forrester (Chalk), aunque solo sea por sus éxitos profesionales cuando trataba a los heridos de bala. No menos de media docena de tiros se lleva Nathaniel, varios de ellos en el abdomen, y al final sigue tan campante. Con su fonendoscopio al cuello, lo mismo extrae balas, que hace los vendajes, cura graves contusiones o receta unas gotas de hierbabuena para los vómitos matutinos de las embarazadas. Un buen cirujano que también proporciona medicinas o productos sanitarios a quienes los necesitan, pero que será objeto de la frustración del tuerto Calhoun que con el ojo perdió a su novia a manos de otro galeno, al parecer poco escrupuloso con la ética profesional.
No está tan mal la película como indican las valoraciones de FA, sobre todo si tenemos en cuenta la escasísima atención que merece el western a los productores de esta época que nos ha tocado vivir. Cuando no hay lomo de todo como.
Lafuente Estefanía
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