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Voto de Lafuente Estefanía:
5
5,3
43
Western. Drama
Hanna Brockway, la hija del principal ciudadano de Prairie Dog, dueño de un próspero negocio de seguros, está prometida con el Doctor Sam Martin, pero se enamora de Ben Dembrow, hijo y hermano de proscritos. Ben, cuya vida no tiene nada que ver con la que lleva su familia, cambia de nombre y se casa con Hanna. Pero su felicidad se verá ensombrecida cuando lo arresten únicamente por ser hijo de quien es. (FILMAFFINITY)
27 de julio de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Al Doctor Sam Martin (Parker) la vida le sonríe en Prairie Dog. Está prometido con Hannah Brockway (Keyes), hija del acaudalado corredor de seguros de la ciudad, es un excelente médico muy apreciado por el vecindario y no se defiende mal con las pistolas.
La situación empieza a torcerse cuando la banda de los Dembrow hace acto de presencia en la zona con sus asaltos a diligencias. Al frente de la misma está el patriarca Kirk (Buchanan), secundado por sus hijos Frank (Tucker) y Cash (Bannon). En su primera intervención Kirk cita a Absalón, el hijo de David que se enfrenta a su padre. Está aludiendo a su tercer hijo, Ben (Parks), que siguiendo el consejo de la madre se aparta del mal camino que siguen sus hermanos.
Una serie de circunstancias hará que finalmente Ben no tenga otra alternativa que unirse a la banda familiar, arrastrando tras sí a Hannah que se ha enamorado perdidamente de él. Se planteará entonces si existe un componente hereditario que inclina a la familia hacia el mal. Un sino inevitable que marca su destino en línea con el naturalismo de la época.
Cinta con un argumento demasiado ambicioso y folletinesco, en el que lo más interesante para nosotros es la actividad médica de Sam a quien vemos siempre acompañado de su inseparable maletín profesional colgado del cuello. La ejerce en un curioso consultorio donde se anuncia como doctor y cirujano en un cartel que también ofrece medicamentos: "Drugs & Surgeon. Physician".
De hecho la consulta en realidad parece una oficina de farmacia con su mostrador para las "prescriptions" o recetas, mortero de bronce, vitrinas repletas de frascos con líquidos de todos los colores y tamaños e incluso auténticos albarelos.
Allí acuden los pacientes para ser reconocidos, retirar vendajes, tomar el pulso, auscultar con un auténtico fonendoscopio, prescribir aceite de ricino, poner inyecciones hipodérmicas, diagnosticar y tratar una difteria contagiosa ...
El caso más difícil lo presenta la madre de los Dembrow a la que acude a visitar a instancias de Ben a una cabaña donde vive con él. Postrada en la cama estima el Doctor que es víctima de una fuerte impresión anímica que la tiene postrada. Aunque le administra una especie de jarabe, pastillas y le recomienda reposo, entiende que es necesario conocer el problema mental que ha motivado la crisis de angustia. Es entonces cuando conoce la inclinación a la violencia del padre y de los hermanos de Ben que posiblemente han heredado de un abuelo.
La cinta es de acción continua, muy dinámica, todo sucede rápidamente, con buenas escenas de asaltos a diligencias y de persecuciones donde intervienen excelentes especialistas. Bien ambientada.
Sin embargo el análisis de las personalidades deja mucho que desear. El comportamiento de Hannah resulta muy difícil de comprender en función de lo que vemos. Es muy variable y poco coherente. Lo mismo podemos decir de Ben como, incluso, de Sam. Todos tienen personalidades poco profundas, caracteres bastante volátiles.
Esta circunstancia lastra notablemente la película que, pese a ello, plantea algunas cuestiones interesantes como la transmisión genética de la inclinación a la delincuencia en las personas, algo que estaba bastante de moda a finales del siglo XIX que es cuando se desarrollan los hechos. También nos permite conocer un poco mejor la escasa separación que había en el mundo anglosajón entre la medicina y la farmacia.
Por todo ello pensamos que la película merece una oportunidad.
La situación empieza a torcerse cuando la banda de los Dembrow hace acto de presencia en la zona con sus asaltos a diligencias. Al frente de la misma está el patriarca Kirk (Buchanan), secundado por sus hijos Frank (Tucker) y Cash (Bannon). En su primera intervención Kirk cita a Absalón, el hijo de David que se enfrenta a su padre. Está aludiendo a su tercer hijo, Ben (Parks), que siguiendo el consejo de la madre se aparta del mal camino que siguen sus hermanos.
Una serie de circunstancias hará que finalmente Ben no tenga otra alternativa que unirse a la banda familiar, arrastrando tras sí a Hannah que se ha enamorado perdidamente de él. Se planteará entonces si existe un componente hereditario que inclina a la familia hacia el mal. Un sino inevitable que marca su destino en línea con el naturalismo de la época.
Cinta con un argumento demasiado ambicioso y folletinesco, en el que lo más interesante para nosotros es la actividad médica de Sam a quien vemos siempre acompañado de su inseparable maletín profesional colgado del cuello. La ejerce en un curioso consultorio donde se anuncia como doctor y cirujano en un cartel que también ofrece medicamentos: "Drugs & Surgeon. Physician".
De hecho la consulta en realidad parece una oficina de farmacia con su mostrador para las "prescriptions" o recetas, mortero de bronce, vitrinas repletas de frascos con líquidos de todos los colores y tamaños e incluso auténticos albarelos.
Allí acuden los pacientes para ser reconocidos, retirar vendajes, tomar el pulso, auscultar con un auténtico fonendoscopio, prescribir aceite de ricino, poner inyecciones hipodérmicas, diagnosticar y tratar una difteria contagiosa ...
El caso más difícil lo presenta la madre de los Dembrow a la que acude a visitar a instancias de Ben a una cabaña donde vive con él. Postrada en la cama estima el Doctor que es víctima de una fuerte impresión anímica que la tiene postrada. Aunque le administra una especie de jarabe, pastillas y le recomienda reposo, entiende que es necesario conocer el problema mental que ha motivado la crisis de angustia. Es entonces cuando conoce la inclinación a la violencia del padre y de los hermanos de Ben que posiblemente han heredado de un abuelo.
La cinta es de acción continua, muy dinámica, todo sucede rápidamente, con buenas escenas de asaltos a diligencias y de persecuciones donde intervienen excelentes especialistas. Bien ambientada.
Sin embargo el análisis de las personalidades deja mucho que desear. El comportamiento de Hannah resulta muy difícil de comprender en función de lo que vemos. Es muy variable y poco coherente. Lo mismo podemos decir de Ben como, incluso, de Sam. Todos tienen personalidades poco profundas, caracteres bastante volátiles.
Esta circunstancia lastra notablemente la película que, pese a ello, plantea algunas cuestiones interesantes como la transmisión genética de la inclinación a la delincuencia en las personas, algo que estaba bastante de moda a finales del siglo XIX que es cuando se desarrollan los hechos. También nos permite conocer un poco mejor la escasa separación que había en el mundo anglosajón entre la medicina y la farmacia.
Por todo ello pensamos que la película merece una oportunidad.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La fama es la fama, "Un Dembrow es un Dembrow", y pese a no tener nada que ver con el resto de la familia Ben es apresado y juzgado sin motivo alguno. Poco puede hacer Sam por defenderlo frente a la presión popular en su contra, "Llevamos tres días juzgándolo y aun no lo hemos colgado". Finalmente escapa ayudado por su familia, se lleva a Hannah que abandona al Doctor que a su vez recibe las críticas del pueblo por apoyar a Ben
Embarazada no puede seguir la vida de fugitivos que llevan los Dembrow y pide ayuda a Sam que la asiste en el parto y la lleva a casa de unos vecinos. Considera entonces la madre si el niño reproducirá también el carácter violento de sus antecesores, "hombres marcados", pero San la tranquiliza pues "La gente no adquiere el carácter por su apellido". Es más, entiende que en realidad Ben padecía un síndrome de autocompasión y de remordimiento que no tiene porque trasladarse a su hijo.
Embarazada no puede seguir la vida de fugitivos que llevan los Dembrow y pide ayuda a Sam que la asiste en el parto y la lleva a casa de unos vecinos. Considera entonces la madre si el niño reproducirá también el carácter violento de sus antecesores, "hombres marcados", pero San la tranquiliza pues "La gente no adquiere el carácter por su apellido". Es más, entiende que en realidad Ben padecía un síndrome de autocompasión y de remordimiento que no tiene porque trasladarse a su hijo.