Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Lafuente Estefanía:
8
Western Para vengar la muerte de su padre y su hermano, Clay O'Mara (Audie Murphy) persigue a los asesinos. Por el camino se encontrará con un forajido (Dan Duryea), que está dispuesto a ayudarle. (FILMAFFINITY)
4 de abril de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Todo comienza una noche en la "Cantina Feliz" mientras la bella Kate (Lane), entona una canción entre el desinterés de un par de pistoleros y la mirada atenta de su enamorado. Una buena escena para empezar.
Robo de ganado, asesinatos y la llegada de un ingenuo joven que desea conocer lo que ha ocurrido con su familia, Clay O'Mara (Murphy).
Engañosa recepción de los verdaderos responsables de todo, que maliciosamente lo envían con la estrella de ayudante del sheriff a la localidad de Diablo en busca del peligroso Whitey Kincade (Duryea).
Y lo encuentra en "El Paraíso. Vinos y licores". ¿Dónde si no, estando en Diablo? Allí está con Tim Lowery (Elam) y sus secuaces, mientras una mujer canta desgarrada "Noche de ronda". Ya saben "A dónde vas ... que las rondas no son buenas ...", obra del maestro Agustín Lara. Otra gran escena.
Entra O'Mara y los parroquianos le dejan libre el mostrador para situarse todos frente a él. "¿Me da un poco de agua?", pide con modestia. "¿Para beber?" le responde amoscado el cantinero. Y es que "En Diablo los forasteros no hacen preguntas, solo las responden".
Pero no crean que lo que sigue es una de tantas cintas de venganzas. Nada de eso. La relación que se establece enseguida entre el bandido y su captor va a marcar el resto de la película. "Esta es la primera vez que me detienen. -Ya tenemos algo en común, esta es la primera vez que detengo a alguien".
Frases como cuchillos jalonan un magnifico guion y una gran realización que centra su atención en estos dos personajes. Especialmente Kincade, un truhan violento, pendenciero, falto de escrúpulos y sarcástico. "Un risueño transeúnte" como se autodefine. Personaje complejo, diabólico, capaz de lo mejor y de lo peor, pero cuya relación con el angelical O'Mara hace que saque lo mejor de sí mismo. "Ángeles y demonios".
También encontramos un par de romances que se salen algo de lo común. Por lo menos el de la bella Laurie Kenyon (Cabot), una mujer con ideas claras sobre lo que espera de un hombre. Nada de floreros.
Veremos intervenir al Dr. Hyatt una herida de bala con gran pérdida de sangre. Tras la extracción del proyectil recomienda reposo. A falta de médico, en otro balazo se limitarán a aplicar "trapos limpios" y dar a beber una botella de whisky.
Excelente la ambientación y las interpretaciones de todos con un Duryea superior. Ritmo constante sin dar tregua al espectador que en poco más de una hora despacha una gran película que recomendamos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Lafuente Estefanía
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow