En los tiempos que corren parece que, o bien, está todo inventado, o no hay ganas de pensar nuevas y frescas ideas. Por suerte existen películas como esta, que con un reparto escueto y apenas un único escenario, es capaz de contarnos una original historia donde nada, o quizás todo, es lo que parece, y capaz además de dejar poso en un espectador que se convierte en partícipe de la incredulidad y desconcierto sufrido por su brillantemente interpretado protagonista masculino.

En contraposición a él tenemos a una fantástica pareja femenina, cuyos imprevisibles personajes no dejarán de asombrarnos, lo que unido a un estimulante guion y a una inmersiva realización, hacen de este largometraje una joya oculta de nuestro cine que sin duda os animamos a descubrir.

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