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España España · Madrid
Voto de Alvaro:
5
Comedia Desde el cuartel general de los Estados Unidos en la Alemania Occidental se detecta el acercamiento de un avión ruso. La nave está tripulada por Vinka Kowallenka, capitán del Ejército Soviético y tercera mujer piloto de su país. (FILMAFFINITY)
1 de junio de 2011
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
EE.UU. siempre ha sido un país curioso y la historia del cine nos ha narrado cuales han sido sus obsesiones a lo largo del tiempo.

En esta simpática, aunque discreta comedia de Bob Hope y Katherine Hepburn, el eje central de la trama ya deja bien a las claras lo que pasaba por esos lares en los años 50: El miedo real que los estadounidenses tenían ante la posibilidad de que el comunismo soviético se expandiera en su país.

Y esta comedia lo retrata tal que así, con chistes y chascarrillos no siempre afortunados y con un deje moralista un tanto molesto en ocasiones, aunque también buscando un toque conciliador que a pesar de todo no es capaz de disimular su moralina.

Todo comienza con el aterrizaje de un avión soviético en la base estadounidense de la Alemania Occidental, pilotada por Vinka Kovalenko (Katherine Hepburn), una fiel súbdita y defensora del comunismo de su país. Al no ser una entrada intrusiva en suelo americano sino producida por motivos personales, el ejército estadounidense urde un plan: Convencer a Vinka de las bondades del capitalismo y así dar en las narices a los rusos haciendo cambiar la ideología de uno de los suyos. Todo muy apañado.

En estas que la misión se la encomiendan al pobre capitán Chuck Lockwood (Bob Hope) del ejército americano, al que la misión le fastidia su plan de viajar a Londres para formar matrimonio con una mujer adinerada.

Él mismo cambia los planes engañando a todos, ejército y Vinka, llevándosela a Londres para que él pueda formalizar la unión con su novia mientras dice al ejército que en Londres Vinka verá las maravillas del sistema capitalista y a la propia Vinka todo lo contrario, que él pretende pasarse al comunismo.

Con ese planteamiento echa a andar la película salpicada por algunos chascarrillos y frases ingeniosas de Bob Hope y otras muchas torpezas sin demasiada gracia, pero se agradece que el aire simpático el film no lo pierda en ningún momento más allá de lo afortunado o no de sus diálogos y situaciones.

El trabajo de los actores realmente es poco destacable: Bob Hope hace de sí mismo con sus chistes y salidas de tono, y Katherine Hepburn está regular tirando a mal en uno de los papeles menos agradecidos que le tocaron sacar adelante, aunque lo solventa con cierto entusiasmo. Nada destacable. Los secundarios cumplen sin más.

El guión es pobre (chistes y más chistes sobre comunistas), el planteamiento bastante desperdigado en su desarrollo y algunas situaciones tienen sus cosas (la secuencia del baile en Londres es quizás de lo más destacado), pero en general no interesa. Aparte, el final es un despropósito de dimensiones considerables.

Termino en el "spoiler" por falta de espacio, aunque no desvelo nada de la trama.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Alvaro
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