Personajes típicos en una situación típica (en las películas, claro). Unos desconocidos con algo en común que van muriendo uno a uno, la agente de policía hispana que sospecha algo pero nadie la cree (como no, el jefe le pide que se tome el día libre), la cristiana mujer que busca las explicaciones en la voluntad de Dios, traumas infantiles (de estos no se libra ningún personaje) y el giro final por el que te mantienes despierto toda la película y que esperas que por lo menos justifique la hora y media de visionado (cosa que no hace).

Por si esto fuese poco el denominador común de los personajes se resuelve muy pronto (para el espectador es obvio... ellos tardan algo más en darse cuenta).

Como se dice en la película hay tres tipos de mentiras: las pequeñas mentiras, las grandes mentiras y las estadísticas. Pues en este caso, las estadísticas no fallan: propuesta pasable, con actuaciones mediocres y predecible de principio a fin.

¿Tan mala es? No es peor que las de su estilo, anda en la media. Por lo menos, se deja ver y es cortita. Pero ¡que daño ha hecho Saw! (gran película, por cierto)

Propuestas similares algo mejor planteadas: Exam, La cámara secreta, The killing room y por supuesto Saw (¡si hasta la música es clavada!)

Otra cosa: de terror no tiene nada de nada.