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España España · Zaragoza
Voto de Edperez:
6
Western Después de la Guerra de Secesión (1861-1865), George Custer se incorpora al Séptimo de Caballería y tiene una destacada participación en las Guerras Indias. Tras atacar por sorpresa un poblado en plena noche, sus hombres llevan a cabo una matanza. Reclamado en Washington para testificar, acusa de corrupción al Presidente Grant y, a pesar de su popularidad, es relevado de su cargo. Gracias al apoyo del general Sheridan regresa al Oeste, ... [+]
29 de enero de 2024
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De verdad que no tenía el más mínimo interés en valorar esta película, correcta por otra parte y con interpretaciones bastante aceptables (aunque Robert Shaw ponga su misma cara de palo que en la interpretación del mafioso Lonnegan en la extraordinaria "El golpe"), pero al ver algunas críticas asegurando que es mejor versión que la de 1941 de Errol Flynn no he podido sino saltar de mi sillón y agarrarme al teclado de mi ordenador como si de la correa de mi caballo se tratase.
De verdad? Es en serio? Vamos a ver.. Es cierto que ambas películas muestran una versión edulcorada del general Custer, cruel y déspota en exceso según cuentan las crónicas y no muy buen estratega, pero una vez superado este punto, comparar "Murieron con las botas puestas" (ya solo el nombre nos suena a todos) con esta pelicula que raya la serie B es poco menos que irritante.
En la película de Flynn se nos cuenta la historia completa, desde el ingreso de Custer en West Point donde actúa como un paleto, pasando por sus sucesivas victorias demostrando un valor encomiable que le encumbran a la figura de mito, hasta su conocido y trágico desenlace. Todo ello envuelto en la camadarería, el honor y la épica con las que tanto Errol como el director Raoul Walsh dotaban a sus trabajos; por no hablar de la historia de amor de Flynn con Olivia de Havilland mucho más creíble que en esta
cinta; o el insuperable momento donde hace que la canción "Garry Owen" sea el
himno del 7 de caballería, notas que le acompañan hasta la batalla final. La despedida de Custer con el último beso a su mujer es lírica pura, imposible que no se te salte alguna lágrima...
En fin, freno mi caballo y como Errol en la peli, me llevo mi silla de montar satisfecho, silla que simboliza mis valores cinematográficos y espero que el de muchos de vosotros. Os invito a ver ambas películas y decidir. Y si sois de los míos, de la genuina, de la de Errol y Olivia, de la del sentimiento a flor de piel, seguro que termináis silbando su inconfundible melodía que retumbará unos días en vuestra cabeza.
Edperez
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