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Argentina Argentina · BOULOGNE
Voto de EKELEDUDU:
10
Drama Frank Slade (Al Pacino) es un malhumorado Coronel en la reserva del ejército norteamericano, retirado pues sufre de ceguera. Durante el fin de semana de Acción de Gracias el joven estudiante Charlie Simms (Chris O'Donnell), contratado por la familia de Slade, se queda en su casa para servirle de lazarillo y procurar que no beba mucho. Pero Frank tiene otros planes: irse a la gran ciudad de Nueva York... Remake de "Profumo di donna" ... [+]
12 de abril de 2009
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Alguna vez, todos nos hemos topado con un cascarrabias del que, al verlo en acción, opinábamos que su vida no parecía tener más finalidad que amargarnos la nuestra. Con nuestra natural y humana inclinación a ver las cosas en blanco y negro, lo tildábamos de insoportable, lo padecíamos como podíamos y tratábamos de zafar de él tan pronto como pudiéramos. También está el caso de los que, tal vez como una vendetta celestial, vamos en camino de seguir los pasos de ese mismo cascarrabias, pero ése es otro tema.

El cascarrabias en cuestión vuelve a nosotros a través de esta película en la piel de ese gran actor que es Al Pacino. El cascarrabias es en este caso un coronel retirado que ha quedado ciego hace ya varios años luego de un accidente. Quien lo ha de soportar es el joven Chris O´Donnell, aquí encarnando a un estudiante pobre que beca mediante cursa en un colegio para niños bien llamado Bird, y que es de esos establecimientos que se precian de sus tradiciones y su buen nombre y honor.

Fortuitamente, este muchacho y u condiscípulo suyo (jugado por Philip Seymour Hoffman, quien luego interpretara al indigesto Capote en la película homónima) son testigos de una barrabasada de tres de sus compañeros de estudios. Por desgracia, conocida la fechoría, los autores de la misma siguen anónimos, pero trascienden los nombres de los testigos. Caso de que éstos no delaten a los culpables, se las verán en dificultades. Es una forma de decir. El que las tendrá será el estudiante pobre.

Yo no sé si Chris O´Donnell es un gran actor, pero innegablemente este rol de muchacho bueno le viene como anillo al dedo. Como si no tuviera ya suficientes dificultades, para engrosar sus escuálidas finanzas responde a un aviso en el que solicitan a alguien para cuidado de personas. ¿Y quién le toca?... Exacto, el coronel retirado ciego y cascarrabias. Que apenas queda solo en la casa (aparte del muchacho bueno) se dispone a partir en viaje hacia Nueva York arrastrando a su renuente lazarillo de ocasión. Hay que decir que el ciego se las arregla mejor que muchos que tienen vista excelente, pero a él, según veremos luego, lo amarga su invidencia.

Es el punto de partida de la relación entre ambos. No será fácil. Tampoco para el espectador. Por momentos, darán ganas de irrumpir en la pantalla para achurar al ciego, PERO... Bueno, si quieren saber más, vean la película. Sólo diré que se trata de una de esas obras que rebosan Humanidad a diestra y siniestra, que conmueven, que hacen bien al corazón. Y eso vale por un millón de efectos especiales. Si comparten esta última opinión, no se pierdan esta película.
EKELEDUDU
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