Es increíble que la que por ahora es la mejor película de vampiros, al menos para un servidor, no sea una megaproducción de un archifamoso director, sino esta casi desconocida obra maestra que recién hace pocos días pude, tras arduos esfuerzos, ver y apreciar. No obstante, aquí en Argentina, cuando se estrenó con el nombre de CUANDO CAE LA OSCURIDAD, cosechó críticas muy buenas, pero en términos de taquilla fue un fracaso. El hecho de que así y todo se haya proyectado hacer una remake (¡Horror! Habrá más producción, sin duda, y menos talento) demuestra que se trataba de un filme de calidad.

NEAR DARK es la historia del joven cowboy contemporáneo Caleb (Adrian Pasdar), quien en un intento por seducir a una joven que resulta llamarse Mae (Jenny Wright) es mordido por ésta. Viéndose obligado más tarde a regresar solitario y a pie a su hogar, su padre y su hermana lo ven de lejos, tambaleante y despiudiendo humo bajo el sol de la mañana. En ese momento, es secuestrado al paso por un vehículo en el que se encuentra Mae con lo que podríamos llamar su familia de vampiros, liderada por Jesse (Lance Henriksen).

La película es una combinación de varios géneros: fantástico, western, romance, road-movie. Alguna escena parece haber sido descaradamente copiada luego en ENTREVISTA CON EL VAMPIRO, en tanto que se siente alguna influencia de esta obra en VAMPIROS, de John Carpenter. El elenco fue elegido con mucha astucia. Si no integrado por actores de gran fama (salvo Henriksen), sí al menos puede decirse que cada uno es perfecto para el rol que le tocó. Lance Henriksen y Jenette Goldstein están alucinantes y paternales en su rol de líderes de la familia de chupasangres, Bill Paxton se ve sanguinario y cruel, Joshua Miller es un niño vampiro que luce viejo. En los papeles protagónicos, Adrian Pasdar y Jenny Wright tal vez son los que tienen menos trabajo. Ella es bonita y misteriosa y él un muchacho carilindo, y no mucho más. El guión tampoco lo requería.

Debe apuntarse que se trata de los vampiros más creíbles del cine, pero no asustan, aunque temo que ningún vampiro de celuloide ha logrado ese efecto en mí, salvo una versión de Drácula oriunda de no recuerdo qué país de Europa Oriental. En conjunto, la apariencia de NEAR DARK es la de una fantasía trágica y romántica a la vez.

La música de Tangerine Dream realza la atmósfera enigmática de cada escena, en particular de las nocturnas.