Haz click aquí para copiar la URL
Argentina Argentina · BOULOGNE
Voto de EKELEDUDU:
10
Fantástico. Drama Krabat es un chico huérfano que oye en sueños una voz que le insta a dirigirse a un viejo molino, donde él y otros aprendices serán iniciados en el arte de la magia negra. Aunque los seres demoníacos exigen a cambio un alto precio, el alma, la libertad e incluso la vida, Krabat no se resigna a acabar como sus compañeros. Remake libre de "Krabat", película dirigida en 1977 por Karel Zeman. (FILMAFFINITY)
12 de febrero de 2010
5 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos en la Alemania de la Guerra de los Treinta Años. El joven Krabat, en respuesta a un sueño en el que aparecen once cuervos normales y otro vacío que le habla y le da cuestionables consejos, acude a cierto lugar donde hay un molino. Allí, además de las actividades habituales para un molino, tienen lugar otras ya no tan normales. Porque a cargo del lugar hay un hombre vagamente siniestro muy versado en magia negra, que está buscando un aprendiz. El duodécimo, para más datos, puesto que ya hay otros once muchachos aprendiendo tan dudosas artes. En el grupo de jóvenes las relaciones no están tan bien como, quizás, deberían; pero aun así hay cierto clima de unión, y Krabat se granjea incluso un auténtico amigo, Tonda. Que sin embargo no está del todo conforme con lo que sucede en el molino, ni con aquel singular aprendizaje...

Uno de los grandes méritos de este filme alemán, cuya primera versión lamentablemente desconozco, es el particular ambiente que reina en el molino. Los doce muchachos están allí porque desean ser especiales, destacar por encima de la gente normal. Hay mucha ambición, y ya se sabe que en ella el Diablo encuentra grandes oportunidades de seducir a los mortales. Por consiguiente, desde el principio se advierte el Mal en el molino, algo que asusta pero a lo que es difícil resistirse. Porque Krabat ha encontrado un lugar al que cree pertenecer. "Ustedes son todo lo que tengo", le dirá en determinado momento a su amigo Tonda. En ciertos momentos, un clima festivo se impone por encima de cualquier diferencia que pueda existir entre los doce aprendices. Ese es el flanco más seductor del Mal. Pero también está el otro. Krabat lo irá notando de a poco, con todas y cada una de las advertencias de Tonda y a medida que todas ellas demuestren ser sensatas cuando, tal vez, parezca que ya es demasiado tarde para desandar el camino. Si lo será realmente, no lo contaremos aquí.

Otro gran acierto es la sobriedad en los efectos especiales. Son muy pocos, pero correctamente usados, muy lejos del carnaval que usualmente se observa en filmes de Hollywood. Por el contrario, la fotografía es la que aquí luce de gala en sus soberbias tomas de paisajes que dejarán boquiabierto al espectador a la vez que producirán la sensación de que, realmente, alrededor de los personajes hay magia, y mucha.

En lo interpretativo no hay grandes hallazgos. Probablemente sus roles no les demanden demasiado, porque lo cierto es que tampoco podemos extender dedos acusadores sobre ningún intérprete, si nos esforzamos por ser honestos. En lo que a mí concierne, mirando diez años hacia atrás y quizás todavía más allá en el tiempo, KRABAT Y EL MOLINO DEL DIABLO es no sólo una auténtica obra maestra, sino la mejor película fantástica que se haya rodado en ese lapso.
EKELEDUDU
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow