Para la pobre Cynthia (Jayma Mays) ha comenzado una verdadera pesadilla tratando de suplir en el puesto que Lisa Reisert (Rachel McAdams) ocupa en el Hotel Lux Atlantic. Un cargo de importancia, algo así como encargada. Todo pasa por ella. Realmente difícil.

Claro que a la pobre Lisa, que tiene fobia a volar en aviones y se ha visto obligada a hacerlo debido al fallecimiento de una parienta, le va mucho peor en cuanto conoce a quien será su compañero de asiento, Jackson Rippner (Cillian Murphy). No se adelanta nada diciendo que es el malo, porque enseguida se puntualiza la similitud de ese nombre con el de Jack the Ripper (Jack el Destripador) y además, la cara lo vende. Nunca se vieron más espeluznantes ojos de víbora en rostro tan carilindo. Se comprende que Lisa se deje seducir por él, pero al mismo tiempo uno se agarra la cabeza, pues sabe que no le irá bien confiando en semejante sujeto.

Y no le va. Ya acomodados en el avión, Jack revela a Lisa, como quien cuenta a un amigo qué ha desayunado esa mañana, que su trabajo consiste en eliminar políticos y otras personas de igual notoriedad y molestas para determinada gente influyente, y que su víctima inmediata se alojará en el Lux Atlantic. Jack quiere de Lisa que haga una llamada para cambiar a dicha víctima de la habitación en la que se hospeda habitualmente a otra en la que será más fácil liquidarlo junto con su familia. Caso de no hacerlo, el padre de Lisa será asesinado.

El thriller no suele ser uno de mis géneros preferidos, pero esta película me dejó sin aliento, por lo que considero que es mayor todavía el mérito de Wes Craven, el famoso director de SCREAM, A NIGHTMARE ON ELM STREET y la primera versión de THE HILLS HAVE EYES. Algunos de los filmes nombrados y sin duda muchos otros de su autoría fueron muy buenos, pero no sé si éste no los supera a todos.

Mención aparte para Cillian Murphy, aterrador en la piel de Rippner. La verdad, luego de su labor en esta película y su interpretación del Espantapájaros en BATMAN INICIA no creí posible verlo haciendo de bueno y poder creerle, pero ahí está su interpretación en SUNSHINE, entre otras, para desmentir tal conjetura. Verdaderamente asombroso...