Siendo honestos, "Timo bajo cero" tiene esa apariencia de típica película que emitirían en la sobremesa de cualquier cadena de televisión un fin de semana. Incluso el título, o por lo menos su traducción al castellano, sugiere eso. Pero, afortunadamente, todo es falsa apariencia, no se dejen engañar, la cinta esconde más de lo que muestra. Y eso es bueno.
"Timo bajo cero" es una mezcla entre thriller y comedia negra de esas en las que, una situación descabellada desemboca en otra aun más descabellada sin que el producto final se resienta. La trama comienza de la forma más simple posible y va evolucionando dentro de los parámetros de la verosimilitud, hasta desembocar en un desenlace que te dejará patas arriba. Yo, no se si es porque he trabajado de comercial, pero empaticé totalmente con el personaje de Greg Kinnear. De ritmo la película va estupendamente, en ningún momento me desenganché de la trama.
Aunque no todo puede ser bueno. Para empezar, es muy posible que el final de la cinta descoloque a muchos espectadores, sobretodo a los más conservadores. Es un desenlace que hay que cogerlo con pinzas, parece estar metido con calzador. Aunque es algo asumible en finales tan arriesgados como el de "Timo bajo cero". Y otra cosa que le habría venido de perlas al film hubiera sido más maldad, en el fondo es una comedia negra suave.
Pero, por todo lo demás, "Timo bajo cero" es una cinta que me ha sorprendido. No me la esperaba y, a menudo, esos son los golpes que más te noquean. Sorpresa agradable, eso si.