La nueva película se queda corta a su antecesora, "A Cinderella Story", protagonizada por Hilary Duff y Chad Michael Murray en 2004. Ésta por lo menos te entretenía, pero el nuevo filme es indigerible. El argumento es más bien soso e inverosímil, cuesta creerse que los hechos de la película sean ciertos (como por ejemplo que Selena Gomez, "Mary"; es acogida por casi una completa desconocida en su casa, que luego la utiliza de "chacha", y ella obedece sin rechistar... ¡por favor!) y los productores y el director no han acertado al incorporar baile. Las hermanastras y Gomez hacen muestra de una pobre y penosa actuación sin motivación ni credibilidad. Sin embargo, caben a destacar la divertida actuación de la madrastra, Jane Lynch (que ahora actúa en "Glee" en un papel más o menos parecido a éste) y el gran talento para la música y el baile de Drew Seeley. La incorporación de ambos fue un gran acierto por parte del mediocre director, Damon Santostefano, cuyo talento, al igual que el filme, es inferior al de Mark Rosman, director de la primera secuela.