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Santo Tomé y Príncipe Santo Tomé y Príncipe · Villacanicas del Hoyo
Voto de McCunninghum:
5
Bélico. Drama Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Forzado a unirse al ejército japonés durante la contienda, Kaji es enviado a Manchuria. Allí entabla amistad con un soldado que simpatiza con el comunismo. Tras una breve visita de su esposa, Kaji es enviado con su unidad al campo de batalla, del que muchos de sus compañeros nunca regresarán. (FILMAFFINITY)
9 de julio de 2011
7 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
Condición post-humana: Jean Francoise Lyotard se extasía y arrebata con el cine de Val del Omar. Si el espejo de luna nos ensimisma, el video nos enajena. Con su tecnología inicia un proceso de expansión estética y filosófica; pues palpamos en primera persona cómo comenzamos a salirnos, a existir fuera de nuestra carne. Se sabe que esa expansión estética es la de la desaparición, muy viril(io), por velocidad y aceleración.

Aquí: edición La condición humana, Masaki Kobayashi (edición mamotrética de 9 horas (más que Soah o cualquier film de Lav Díaz, con los cuales no se aconseja en absoluto este modo de visionado que exponemos a continuación)), subtitulada al castellano en claros y distintos rótulos amarillos. Dar Play. Pulsar dos veces el botón FFWD de tal modo que la velocidad de reproducción alcance las 4X. Duración estimada del mamotreto completo: 1h 45m.

El ritmo de lectura es cuasi vertiginoso y sólo apto para visiones asaz táctiles. La duración corresponde a esta definición de vida humana: "El curso de la vida humana no es otra cosa que el sueño de un instante. Una sola explosión percibida por nosotros al ralentí". Método de visión experimental. Captación fulgurante del instante de la verdad japo: su impostura, como significante falso y vacío de la Gran Forma, que mimetiza sin pudor. Transatlántico fílmico que avanza imponente del campo de trabajo al campo de batalla, con un Humanoide como figura central sobre el que, mudamente (la visión que produce el Método es, se ha dicho ya, rauda y sucinta, sí, también experimental y aprojimante y silente), caen las desgracias inherentes a su condición: humillación, abandono, desesperanza, guerra, amor, humanismo. El Protagonista (como su nombre indica, el primero en hablar, pero también el último) bien puede decir "¿hay alguno vivo?" o "hasta aquí llegó, intentando rendir fruto, paralítico y desesperado."
A endiablada velocidad, entre los parpadeos, fluye el inconsciente nipón, como un calcetín puesto del revés. No huele a George Stevens o Andre Malraux, pero tampoco huele bien.
No sé nada de moléculas, cristales, átomos, partículas. No sé nada de química pero sí que presiento el fluido. Esto no lo dijo Masaki, que creía saber demasiado, el condicionado.

(A VDO)
McCunninghum
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