El primer capítulo o piloto me entusiasmó mucho. Todo es un delirio, un delirio con humor, por más que el trabajo de los protagonistas sea lidiar con muertos, ya que tienen una empresa funeraria que se encarga de enterrar a los inmigrantes marroquíes que mueren en Bélgica, en su lugar de nacimiento. Es muy cómico cómo el protagonista y su amigo intentan no caer en el negocio familiar inventando sandeces que obviamente no los llevan a ninguna parte. Hasta que se les presenta la oportunidad de importar tierra de Marruecos, para enterrar a los muertos en Bélgica pero con su propia tierra natal. El problema es que a partir del tercer capítulo algo me pasó, empecé a aburrirme. No puedo explicar las razones porque en sí es una comedia divertida, pero tal vez empezó a no serlo tanto. No es fácil continuar con un guión caracterizado por momentos disparatados, continuar con esa línea.
No voy a contar más, porque de hecho, no la seguí viendo. De manera que no tengo spoilers.