El estadounidense Cameron Crowe sigue viviendo de su gran reputación de sus inicios con laureados filmes como Jerry Maguire (1996) y Casi famosos (2000) con la que sigue presentándose como un creador brillante, algo que hace ya más de una década que no presenciamos.

Crowe junta un estupendo reparto para estrellarlo en un guión torpe, inteligible y falto de mordiente, el aspecto más decepcionante del filme al ser conscientes de la habilidad de Crowe para sus libretos. Los actores parecen estar perdidos aunque su atractivo y aires simpáticos puedan salvarla del gran desastre.

Un filme que además se situa en una etapa de la isla del pacífico, en el que la militarización y "colonización" estadounidense plantea más claroscuros que la bonachona imagen que Crowe presenta, tratando temas bastante críticos con una grave superficialidad en tiempos en los que la isla pedía su soberanía.

Un Crowe sin chispa y torpe firma uno de los filmes más decepcionantes del año, autocomplaciente y superficial para un filme necesitado de ironía y de mordiente desaprovechando gravemente un reparto lleno de carisma a causa del torpe libreto. Crowe sigue sin recuperar su encanto.