Película sin apenas sustancia, el guion es digno de un capítulo de telenovela de sobremesa, con sus silencios, miradas, malentendidos tontos y el devenir de la vida diaria de un grupo de "jóvenes bien" en el que los hombres beben en el salón, y las mujeres preparan la cena en la cocina y se maquillan y hablan en el baño. La película transcurre en una única localización, como La soga de Hitchcock, y usa planos largos en los que a grandes rasgos no pasa nada. La fotografía está lograda y tiene encuadres bastante bellos de las protagonistas, pero se queda solo en eso. Lo único destacable es la interpretación de las actrices, que resultan muy creíbles, y la intervención de Françoise Dorléac. Los actores masculinos en general dejan bastante que desear tanto por su interpretación como por los personajes que encarnan. Solo recomendaría verla si se es muy fan de Anna Karina o como en mi caso, por ver a Françoise Dorleac. Creo que Françoise es única vocalizando a velocidades imposibles y haciendo creíbles personajes sobreactuados como el de esta película o el de Las señoritas de Rochefort. De Dorleac recomiendo las interpretaciones en La piel suave, Cul-de-sac, Genghis Khan y Las señoritas de Rochefort.