Duro drama dirigido y producido por el director israelí Amos Kollek que narra la vida de Fiona y su madre, desde el insensible abandono de su hija, hasta su reencuentro, pasando, entre esos dos sucesos, por diferentes momentos de sus vidas llenas de gente mezquina, drogas, dolor y muerte, aunque con tiempo también para el amor. Para interpretar a Fiona, Kollek cuenta con su musa particular, Anna Thomson en una notable interpretación, aunque no mantiene el nivel en todo el film.

El uso de la cámara es imprecisa y tosca, como si fuera grabado con una cámara de vídeo casera, como suele gustar en el cine independiente americano, la banda sonora está muy reducida, llenándose la cinta de ruidos muy puros, su visionado puede llegar a ser agotador para los menos experimentados en el cine independiente. También contiene sexo explícito.

Una película sólo para aficionados a los dramas duros, rudos, con imágenes humanas cruentas y de digestión difícil. Para todos los demás, les parecerá un espanto.

No he encontrado versión alguna de esta película doblada al castellano.