Después de ver "El Hundimiento" con el magnífico trabajo de Bruno Ganz, llevaba un tiempo queriendo ver esta versión de los incios de Hitler el el poder. Aunque creo que la vi más por curiosidad de ver como interpretaba el papel Robert Carlyle, actor que me encanta por sus papeles originales y un poco irregulares, que por otro tipo de interés.

Sin embargo la película me enganchó desde el primer minuto (y dura 3 horas, por otra parte necesarias, la historia las requiere) y, en mi modesta opinión, creo que es el mejor trabajo de Robert Carlyle. Se nota que se ha esforzado al máximo y los resultados son bastante satisfactorios. Yo disfruté mucho con su actuación a pesar de que el personaje es repulsivo.

Por otra parte es interesantísimo el desarrollo de la historia, y comprobar cómo un psicópata de su calibre pudo llegar a dominar una nación y, sobre todo, a "convencer" a toda una población de la legtimidad de sus horribles actos. En los créditos finales se dice algo así como que el silencio de los hombres buenos fue lo que permitió que el mal triunfara.

Como dicen en otras críticas faltan algunos personajes descisivos en esta historia (Himmler, por ej.) y algunos secundarios están algo flojos pero aún así es muy recomendable.

El, a priori, escaso parecido físico de R. Carlyle con A. Hitler podría habese mejorado oscureciéndole el pelo castaño. Pero su actuación destaca por encima del físico. Sólo hay que verlo.