Menuda historia, un hombre de lo más repugnante (machista, pendenciero, drogadicto...) tras cometer un crimen se da cuenta de que tiene que dejar la vida que lleva o destrozará a él y su familia, así que decide asistir a las misas a las que asisten ellos. Allí encuentra el buen camino y después de encauzar su vida abriendo una constructora, decide irse a Sudán, pues como él dice "Dios no quiere buenas palabras ni buenos sentimientos, quiere manos que ayuden". En Sudán se labra su propia leyenda, no sólo ayudando a construir iglesias y orfanatos, sino también cogiendo la ametralladora para eliminar a los soldados del LRA liderados por Koni, líder que llega incluso a poner precio a su cabeza. Pero cada vez se implica más y más hasta tal punto, que pone en riesgo sus amistades, su familia y su patrimonio, cambiando totalmente su carácter cada vez más hosco y agresivo.

Yo no creo nada en ningún Dios ni nada de eso, pero si tener fe hace que una mala persona cambie para bien, bienvenida sea la fe. Y el hecho de que la cinta esté basada en hechos reales nos hace ver que no todo el mundo es una mierda. Yo soy el primero que prefiere estar en el primer mundo con su ordenador, su móvil 3G, su televisión de plasma...pero gracias a Dios no todos somos así, y algunos como nuestro protagonista deciden hacer algo por aquellos que apenas pueden hacer nada por sí mismos.