A mí me ha encantado, como todas las de esta serie. El ambiente está tan bien recreado que me transporta a esa época, los caracteres son tan detalladamente dibujados como si fuera una obra maestra de la pintura. En esta película en concreto me gustan mucho los personajes más juveniles, más divertidos. Pero, sobre todo, al igual que en las otras, me encanta cómo dibuja la diferencia entre el bien y el mal, la bondad que existe en algunas personas y la maldad que ocultan otras, cómo la educación tiene mucho que ver con la sencillez y la humidad. Me encanta el modo en que transmite que hay una forma de vivir correcta, que busca el bien, que es posible en todos los niveles sociales y económicos, que la felicidad nace de esa corrección en la vida. Y que siempre hay lugar para el arrepentimiento y el enderezar el camino. Que muchas veces lo que la sociedad valora como vergonzoso, tiene en su interior una verdad mucho más bonita de lo que a primera vista se ve. Y al mismo tiempo, cómo el que actúa con maldad termina encontrando su justo castigo tarde o temprano. La mirada de Poirot se ilumina cuando tiene frente a sí una persona buena, Y también cuando sus células grises encuentran el camino hacia la verdad. Me encanta. Y las películas de crímenes en trenes son especialmente atractivas.
Esta opinión es general para todas las películas de Poirot. Creo que esta película está también a la altura de las demás. Además, la actriz Georgina Rylance sale bellísima. Excelente la dirección de Hettie Macdonald. Y magistral, como siempre, la interpretación del detective Poirot por David Suchet.