Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Harry Powell:
8
Terror Adaptación de la famosa novela de Bram Stoker que toma como punto de referencia la insuperable adaptación de Murnau. Jonathan Harker viaja desde Wismar a Transilvania para visitar el castillo del legendario conde Drácula, a quien pretende venderle una mansión en su ciudad. Atraído por una fotografía de Lucy, la mujer de Harker, Nosferatu parte inmediatamente hacia Wismar, llevando con él la muerte y el horror. (FILMAFFINITY)
30 de mayo de 2009
38 de 40 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y es que eso es lo que encontramos en esta obra. Los elementos que la conforman hacen de ella un auténtico recital de poesía.

La maravillosa fotografía, llena de expresionismo (una práctica por desgracia algo perdida en la época presente), nos muestra unos ecárpatos espectrales llenos de niebla y sombras, juegos de luces que hacen la presencia del no murto aún más amenazadora y, a la vez, romántica, y un maquillaje que convierte a los personajes (no sólo a Kinski, sino también a Ganz y a la bella Isabelle Adjani) en seres etéreos. La genial música del grupo Popol Vuh y la aparición del Preludio de El Anillo de los Nibelungos durante el viaje de Harker acentúan este aspecto poético de la película.

Las actuaciones son impresionantes, en especial la del peculiar Kinski (colaborador habitual de Herzog), que hace aquí una de las mejores apariciones de su carrera. En algún momento pueden parecer algo exagenadas, pero esto ayuda a potenciar la sensación de irrealidad, que se mezcla con la apariencia de clásico qe posee la cinta.

La pasión que sentía el maestro Herzog por el clásico de Munrau se aprecia también en la obra, pues, a diferencia de muchos remakes, esta película innova sin profanar la original. Y es que se nota cuando un director dirige una obra con pasión, no por dinero como se da en algunos casos. No pueden comaparse la versión del 22 con la de Herzog con ánimo de distinguir cuál de ellas es la mejor, pues ambas muestran la misma historia con estilos muy diferentes. Sin embargo sí podrían compararse a nivel de detalles para apreciar las innovaciones que aporta Herzog a la historia, entre ellas, el sorprendente final, que la hace aún más atractiva para los amantes tanto de la obra de Munrau como de la de Stoker.

En conclusión, éste es uno de los ejemplos que demuestran que un remake puede ser una obra de arte, independiente de la original. Me descubro, Herzog.
Harry Powell
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow