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España España · Shangri-la. Andalucía
Voto de Maggie Smee:
2
Animación. Infantil. Musical. Fantástico En esta aventura musical Barbie interpreta a Tori, la princesa de Meribella: cuando su estrella pop favorita, Keira, visita el reino, ambas descubren un par de secretos magicos que las sorprenderán y pondrán a prueba su amistad. (FILMAFFINITY)
1 de diciembre de 2012
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
No soy seguidor de esta saga “barbitúrica”, la verdad, pero por avatares del destino, me topé con esta producción que se supone va destinada a un público infantil y que para esas edades es altamente tóxica, ya que está plagada de conceptos estúpidos, que sirven como lobotomía para borrar cualquier raciocinio o sentido común y convertir a los más jóvenes espectadores en zombis idiotizados.
En su guión se nos oculta información interesante, como por ejemplo: a qué rama familiar pertenece Barbie, (sobre todo teniendo en cuenta que es americana), los tejemanejes de palacio o si tiene cuentas bancarias en algún paraíso fiscal. En cuanto a la famosa cantante, evidentemente, nada de política de casas discográficas, ni sexo, ni drogas ni rock & roll. Ella canta “moderna” y por supuesto es monárquica. La princesa es princesa y admira a la cantante... Bueno, el resto de la historia y de los personajes son una pedorrez que bebe de otras muchas películas, lo de siempre en estos casos.
A favor de esta entrega diremos que al menos sus números musicales tienen una planificación que le pirraría a Brian De Palma, creo. Es tan poppy y moderna como eran sus “pantallas partidas” en “Hermanas” o “Carrie”. No sé si es un homenaje encubierto… a saber. También señalar que sus canciones son tan formales como cualquiera que se pueda ejecutar en algún reality musical para descubrir un soñado cantante revelación y destinado a un público más adulto, más formado y exigente… Prueba evidente que esta peliculita de Barbie juega más limpio y tiene un intelecto más ajustado a su audiencia que los programas en cuestión. Y destacar, por último y no por ello menos importante, sus colores. Me gustaría preguntar al responsable de su colorido qué clase de hongo o qué consumió para idear su diseño, de efecto hipnótico en principio, pero que a la larga y como cualquier viaje, antes de llegar al final, puede llegar a saturar y provocar o una bajada anímica o una subida de azúcar. Aún así y por sus colores desaforados, no merece el castigo de darle un punto, aunque quedan advertidos los padres y tutores que piensen que lo que se cuente no importa... sobre todo si se trata de los pequeños que la puedan ver. Que se atengan a las consecuencias, que las tendrán en un futuro. Por ello la recomendaría para mayores de siete años. Vivirán durante menos tiempo engañados en una fantasía tripera, ya que siete años después podrían ver "Yo, Cristina F.", "La rosa", "El ocaso de una estrella"... o "María Antonieta".
Maggie Smee
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