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España España · Shangri-la. Andalucía
Voto de Maggie Smee:
5
Terror Cuando una joven monja se suicida en una abadía de clausura en Rumanía, un sacerdote experto en posesiones demoniacas y una novicia a punto de tomar sus votos, son enviados por el Vaticano para investigar. Juntos descubren el profano secreto de la orden. Arriesgando no solo sus propias vidas sino su fe y hasta sus almas, se enfrentan a una fuerza maléfica en forma de monja demoníaca, en una abadía que se convierte en un campo de batalla ... [+]
8 de septiembre de 2018
16 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de empezar a hablar de la película en sí, me gustaría dar un toque de atención a los que hacen normas para los cines. No sé si en esto incluye a exhibidores o solamente los ministros, pero como hacen en muchos países, yo pondría obligatorio que en una película no apta para menores de trece, ya que no se les puede prohibir la entrada (y a mí eso de prohibir tampoco me gusta), fuera obligatorio que para acceder a la sala tuvieran que ir acompañados de un adulto, sea un tutor o cualquiera de sus cretinos progenitores, que aunque estén, lógicamente, peor educados que sus hijos, serían los responsables ante cualquier queja o denuncia del cine, sea por incordiar a los espectadores o por romper material, como una butaca, por mera diversión.


El hecho de que se permitan entrar a manadas de menores maleducados y agresivos que no lleguen a los doce años que campen a sus anchas, provocará que el espectador prefiera ver la película tranquilamente en su casa, ahorrándose todo tipo de malos tragos y, con razón, no vuelva jamás al cine. Esto es como el turismo en ciertas zonas: ¿prefieren un turismo que se sepa comportar o el turismo de borrachera? A la larga la segunda opción no es rentable. Los padres caraduras de estos salvajes se quedarán muy a gusto con que seamos los demás los que los tengamos que aguantar mientras ellos se quedan tranquilamente sin ellos, pero lo que es tremendo es que, comparándolos por ejemplo con los “Gremlins”, estas criaturas, además de simpáticas, sean casi de una exquisita educación, pudiéndolos confundir con gente de la nobleza. Son carne de antecedentes, si no los tienen ya. Y dicho esto vamos al tema, que es la película.


“La monja” es un “spin- off”, es decir, una película cuyo protagonista ha aparecido anteriormente en otra con menos papel. Ya con eso, hasta al más ingenuo, le haría intuir que estamos más ante un negocio que ante una película al uso. Y así es. La creación de “Expediente Warren” abrió una gran puerta ante, más que la renovación, la “reavivación” del mejor cine de terror comercial. Han hecho secuela y varios “spin- off” con Annabelle, otro de sus emblemáticos personajes. Ahora, en su afán de sacar más pasta, le ha tocado a “La monja” (que aparecía en su segunda parte), en esta ocasión con un final cerrado sospechosamente de aquella manera, y como será rentable, sacar una segunda parte de este “spin- off” si tienen ganas de seguir haciendo caja. Es como un trabalenguas o un bucle sin fin, secuelas, precuelas, “spin- offs”... eso sin tener en cuenta que puedan hacer lo propio con más personajes o contarnos la historia de todos los trastos que el matrimonio Warren tiene en su sótano y hacernos una serie. Posibilidades y jeta hay.


Pero sin darle más vueltas al tema, lo principal es que James Wan aquí no firma como director, cosa que sí ocurría en los dos “Expediente Warren”, y eso se nota. La idea es de Wan, a la limón con su guionista, Gary Dauberman, pero desgraciadamente su guión es raquítico, apoyándose más en sustos más que en una historia elaborada.


Quizás su dirección artística sea lo más interesante, aunque nos suene que hayan tomado para inspirarse en los interiores en el “Drácula de Bram Stoker” que dirigiera Coppola. La banda sonora de Abel Korzeniowski, aunque no es tan potente como en los films mencionados de Wang, cumple con lo que se lo podía pedir, porque pocas opciones le quedaban. Pero en vez de elegir un cierto aire tibetano, y ambientándose en Rumanía, podía haber elegido una instrumentalización más de acorde con la zona. También su fotografía cumple con las intenciones de “asustar” aunque acierta más en las escenas interiores más que en las exteriores.


Demián Bichir, como el padre Burke, así como Taissa Farmiga, hermana en la vida real de Vera Farmiga, la que encarnó a la señora Warren en las dirigidas por Wang, simplemente se prestan con las mejores intenciones, aunque sus papeles podían haber dado mucho más de sí, aportando mejores interpretaciones, cosa que en los secundarios se nota menos, como el caso de Ingrid Bisu como la hermana Oana, ya que su rol era poca cosa. Es la pena de tener unos personajes desaprovechados, aunque para mí, el mayor desatino es el personaje del “Franchute” Maurice, que lleva a cabo Jonas Bloquet, no por su trabajo, él está vendido, si no porque hecha por tierra la poca seriedad que podía tener el film. Se han preocupado por la atmósfera que podía tener, pero encima de no terminar de lograr sus objetivos este personaje infantiliza demasiado ciertas situaciones.


Ruidos, gritos, carreras, muchos “sustitos” para que el espectador esté entretenido... unos ingredientes no muy atractivos y nada originales, pero que a los “fans” del género que no sean muy exigentes les pueden bastar para pasar un rato “divertido”. Yo tenía claro a lo que iba, y me dejé llevar, aún con sus contradicciones argumentales, pero se trataba de jugar o no jugar. Al menos las reglas principales quedaban claras y no ha habido pretensiones de mayor calibre. Precisamente esta semana me vi “Terror en la ópera” de Dario Argento, que pareciéndose a “La monja” igual que un huevo a una castaña, tenía como principal característica el delirio y la inconsistencia argumental, riéndome incluso, cosa que para los tiempos que corren se agradece. En el spoiler contaré lo que más me llamó la atención del guión de “La monja”, que tuve que reprimir la carcajada, por no querer “estropearle” al público un momento de tensión y convertirme en un “aguafiestas” o en otra puta criatura (con perdón) más maleducada que un “Gremlin” de los que al principio hacíamos referencia.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Maggie Smee
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