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España España · Shangri-la. Andalucía
Voto de Maggie Smee:
8
Thriller Alex Barnes es una agente federal volcada en su trabajo y sin tiempo para su vida privada, cosa que no dejan de reprocharle sus superiores. Su trabajo se complicará aún más cuando descubra, casi por casualidad, la muerte, en muy poco tiempo, de dos ricos hombres de negocios entre los cuales, al menos aparentemente, no hay ninguna relación. (FILMAFFINITY)
6 de octubre de 2020
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
He querido escribir una reseña sobre “El caso de la viuda negra” no porque últimamente en nuestro país parezca que la figura de “la viuda negra” esté de moda, sino porque, sinceramente, tanto este film como la figura de Bob Rafelson, parecen haber caído en el pozo del olvido y no lo merecen.

Bob Rafelson es un neoyorkino, de ochenta y siete años en la actualidad, con una filmografía no muy amplia como director, no llega a la docena, pero cuenta con algunos títulos célebres. Si sumamos sus trabajos televisivos, cortos y videoclips, rondan la veintena de trabajos, algunos míticos en Estados Unidos como la serie “The Monkees”. También ejerció de productor, creando la respetada BBS y que de allí salieron títulos tan venerados como “Easy rider (Buscando mi destino)” o “The Last Picture Show (La última película)”. Gracias a él, algunos actores encontraron el espaldarazo definitivo a sus carreras, como Jack Nicholson, con el que ha trabajado seis veces, Cybill Shepherd, Ellen Burstyn, Karen Black, Dennis Hopper, Sally Field, Arnold Schwarzenegger, Teri Garr o Jessica Lange, que tras varios tibios pasos, según la crítica, encontró en la versión de “El cartero siempre llama dos veces” el reconocimiento indiscutible. Con “Mi vida es mi vida” en 1970 es la única vez que fue nominado como productor y guionista al “Oscar de Hollywood”.

“El caso de la viuda negra”, la cual desgranaremos resumidamente en la zona del “spoiler”, fue la sorpresa en la taquilla americana en el mes de febrero de 1987, porque sin ser un éxito abrumador, consiguió colocarse entre las más rentables. A España llegó un par de meses después con idénticos resultados, y no fue vilipendiada por la crítica. Vista hoy es un ejemplo de cine muy bien rodado, en el que no hay giros bruscos imprevistos. Puede que por ello resulte previsible, porque no pretende “asombrar” al espectador, es más un juego psicológico entre sus personajes, pero sí cuenta con ciertas dosis innovadoras, sutiles, como su soterrada tensión sexual. Es algo que Rafelson ha utilizado con mayor o menor sutileza. Sortear los problemas de censura y jugar con el erotismo, sea heterosexual como en “El cartero siempre llama dos veces”, la homosexualidad masculina, en la épica “Las montañas de la luna” o la homosexualidad femenina como el caso presente, para mí todas ellas notables.

Su guion, bien urdido, deja lo mejor para el dúo protagonista: el estupendo trabajo de Winger y Russell. No estoy de acuerdo con que sea un guion flojo, ya he explicado antes mis motivos. De hecho es al año siguiente cuando se encumbra a su guionista al llevarse el “Oscar” por “Rain Man”, (que llevaba en algunos países un subtítulo absurdo que hoy nadie recuerda, “El hombre de la lluvia”). También es en 1988 cuando al prestigioso Conrad Hall se le nomina por la fotografía de “Conexión Tequila”, cuando en este caso su resultado es bastante superior y no les mereció reseñarlo.

Michael Small se encargaba de su banda sonora, haciendo un buen trabajo, inquietante y rica en matices, aunque dentro de Hollywood nunca contó con el reconocimiento debido: “Klute”, “Marathon man”, “Las dos vidas de Audrey Rose” o “Las amigas” entre muchos ejemplos, fueron algunos de sus trabajos.

La primera en llegar al proyecto fue Debra Winger, reservándose el papel de investigadora, bien por su afinidad con el personaje, ya que en la vida real cursó estudios de criminología o bien porque no le apetecía encarnar a la sexy “mantis religiosa”. Winger es una actriz de gran honestidad en su vida y en su trabajo, lo cual le ha acarreado fama de difícil y de insobornable, encontrando en Bette Davis una gran defensora. Luchadora por los derechos de la mujer y de cobrar igual que sus compañeros, declinó papeles de éxito como en “En busca del arca perdida” o “Ghost” por encontrarlos irrelevantes y aceptó, tras unas pruebas y rechazarlo Sissy Spacek, su papel en “Urban Cowboy”. Consiguió ser nominada en tres ocasiones como mejor actriz al “Oscar”. En la actualidad está feliz, haciendo teatro con Arliss Howard, su pareja y padre de su segundo hijo, y alejada del mundo del cine del cual despotrica sin cortarse.

Su labor en este film, repito, me parece muy buena, así como el de su compañera que debió disfrutar de lo lindo, estupenda, elegida por Rafelson y con la bendición de Winger: Theresa Russell. Esta californiana, musa del cine independiente que estuvo casada con Nicolas Roeg, debuta con Elia Kazan en “El último magnate” con diecinueve años. Cantante en clubs noctunos, acompañada por su compañero, el mítico músico de jazz Michael Melvoin, ha trabajado en series y films malditos, como en los films de Roeg, la notable pero muy denostada “Kafka, la verdad oculta” de Steven Soderbergh o “Puta”, de Ken Russell.

Ambas están secundadas por Sami Frey, para muchos un “sex symbol” que trabajó con Godard, Vardá, Franju, Sautet, Doillon, Tavernier... Todo un icono del cine francés más vanguardista, que le da un toque de “qualité” al film. La aparición de Dennis Hopper la veo más como un “cameo” que lo hace un amigo, es muy breve. También algo corta se nos hace la aportación de la siempre eficaz Diane Ladd. Más oportunidad de lucimiento tienen Nicol Williamson, James Hong o Terry O´Quinn como Bruce, el superior de Winger. Nadie desentona, es un “casting” de lujo.

En fin. No se tratará de una obra maestra, pero sí es un film estimable y por lo tanto reivindicable, estando por encima de la media de lo que se produce en este género, muy grato de ver y que, con el tiempo, como ya ocurre en algunos países, se convertirá para un sector en un film de culto.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Maggie Smee
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