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Voto de Francisco Javier Millan:
6
Fantástico. Romance A finales del siglo XIX, en Nueva York, Peter Lake (Colin Farrell), un ladrón irlandés, conoce a Beverly Penn (Jessica Brown Findlay), la joven heredera de la casa que pretende robar. Se trata de una historia de fantasía sobre un ladrón, una chica moribunda y un caballo blanco volador. Está ambientada en el siglo XIX y en la actualidad. (FILMAFFINITY)
20 de febrero de 2014
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Akiva Goldsman es probablemente uno de los guionistas que provocan todo tipo de comentarios a la hora de juzgar una filmografía llena de éxitos de taquilla, pero también repleta de luces y sombras.
En esta ocasión se pone detrás de la cámara en su debut para la pantalla grande, tras curtirse en estas lides en series de televisión como “Fringe”. Y sorprendentemente lo hace con una historia excesivamente personal, disfrazada de gran drama romántico pero con elementos que la entroncan con las corrientes típicas de la “new age”.
Como espectador debes hacer un ejercicio de introspección que produzca la aceptación de cualquier tipo de incoherencia en el relato. En esta película todo es posible, desde caballos voladores, viajes en el tiempo imposibles y seres sobrenaturales llegados del mismísimo infierno.
La crítica internacional la ha destrozado, al igual que lo han hecho muchos espectadores que asisten perplejos ante un drama nada convincente.
Y lo más curioso es que la historia de amor funciona de manera bastante aceptable, jugando con ese lado romántico que nos han mostrado una y otra vez, enmarcada en las dos primeras décadas del siglo XX. Pero el conjunto no funciona, hay muchos personajes accesorios, y la presencia de los “demonios”, con Russell Crowe y Will Smith ¡!, chirría hiriendo de muerte a la película.
Esta amalgama mal digerida se hace presente principalmente en los primeros tramos del metraje, donde más de uno se sentirá desorientado. La película termina por centrarse, siempre y cuando aceptes las reglas del juego en todo momento.
Dos aspectos fundamentales como la creencia en los milagros y la presencia de un mundo interconectado en el espacio y en el tiempo son las mejores bazas de este cuento con una dirección artística de nivel y una música de Hans Zimmer bellísima.
Pero Goldsman ha errado en el tono, al guión le hace falta eliminar situaciones y personajes, y a buen seguro le hubiera salido una obra redonda y mucho más conmovedora.
La película la podríamos enmarcar en esa serie de cintas románticas como “Cloud Atlas”, “Más allá del tiempo” y sobre todo en esa joya (casi olvidada) titulada “En algún lugar del tiempo” donde Christopher Reeve termina rompiendo las leyes de la física con tal de reencontrarse con su amada Jane Seymour.
En definitiva Goldsman nos ha ofrecido una película irregular e incoherente, pero que bajo sus capas, hay un buen relato ideal para los grandes románticos.
Francisco Javier Millan
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