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España España · León
Voto de bixo:
6
Fantasmagorie (C)
1908 Francia
Animación
6,2
1.071
Animación. Fantástico Primera película completamente animada de la historia del cine. Se compone de una serie de secuencias que van fusionándose entre ellas sin seguir una estructura narrativa. (FILMAFFINITY)
14 de diciembre de 2012
16 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque al parecer la primera obra cinematográfica en utilizar técnicas de animación fue ‘The Haunted Hotel’, creada en 1907 por los estudios americanos Vitagraph y dirigida J. Stuart Blackton, uno de los pioneros del mundillo recién parido, y dejando de lado los experimentos que sobre esta materia pusieron en práctica años antes personalidades como Georges Méliès y Segundo de Chomón, es este pequeño cortometraje de Émile Cohl, estrenado apenas un año después en Francia, quien se lleva los honores de ser considerado, casi de forma unánime por los historiadores de cine, como la primera película (completa) de animación.

Dicen las malas lenguas que Cohl estudió fotograma a fotograma los trabajos de Blackton para podar dar vida a su obra. Sin duda la técnica utilizada es la misma, pero no su enfoque creativo: donde el americano se conforma con poner en movimiento trazos infantiles desprendidos de toda originalidad, el francés crea en su ‘Fantasmagorie’ cuanto menos el germen de un mundo fantasioso, carente por igual de estructura narrativa, pero con un punto hipnótico en su desarrollo que aun facilita su visionado trascurridos más de cien años de su primera proyección. Cohl no se limita a jugar con técnicas y dibujos presumiendo de juguetes delante de los aburridos miembros de la alta sociedad, crea ‘algo’ que pudo ser, y fue a medias, el punto de partida de la animación. Por desgracia la vía que él abrió no fue la elegida por la mayoría de los que le precedieron. La técnica mejoró de forma exponencial a cada mamporro que los personajes, que salían como enanos de debajo de las setas en la tierra de las oportunidades, se atizaban entre ellos en cada secuencia, vaciando el fondo con cada ostia de ideas y contenidos artísticos de todo tipo y condición.

Tras triunfar a ambos lados del Atlántico, con cerca de 300 películas de animación a sus espaldas, este caricaturista, ilustrador, fotógrafo, autor dramático, actor, pintor, periodista e ilusionista, cayó en el más profundo de los olvidos, arruinado, hasta arder, ya en la vejez, dentro de su propia casa. Postrado durante sus últimos días en la cama de un hospital de cáritas, sus películas fueron recordadas en el ‘Cinéma des Champs-Elysées’ el 19 de enero de 1938. Un día después murió. Curiosamente horas después lo hizo otro gran olvidado, Georges Méliès.
bixo
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