Haz click aquí para copiar la URL
Voto de antonio lopez herraiz:
7
Comedia Charleston es un estafador de primera que está acostumbrado a aprovecharse de la confianza ajena. Pero, cuando se ve obligado a medirse con tipos tan tramposos como él, se le plantea un difícil desafío. (FILMAFFINITY)
1 de enero de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tan inflada de picaresca, malentendidos y giros en el guión como corresponde a toda trastada cómica de estafadores influenciada por el revival del género gracias a 'El golpe' (1973, George Roy Hill).
Tan tocada por el humor bufo y el reparto cuajado de clowns como toca, sobre todo, en la dirección de la mejor tradición cinematográfica transalpina.
Tan adscrita al lúdico espíritu del sencillo y simple slapstick ahostiador como corresponde a la mejor tradición de Bud Spencer con un ADN, literalmente, circense.
El eterno archienemigo (o su mejor amigo tóxico, según se mire) del Inspector Clouseau, Herbert Lom, sabe donde se mete -no es la primera ni sería la última ocasión- y sus innegociables parpadeos de ojo le vienen aquí que ni pintados. Para el italoamericano James Coco ('¿Quién es el jefe', 'El hombre de la Mancha') queda el trámite de ser el cacique pardillo y mafioso conchabado con Renzo Marignano ('Cásate con una sueca y verás').
La vista tampoco te engaña si el más gracioso e histriónico de los miembros de la banda de Bud te recordase a un enjuto y siniestro nazi a la caza del arca de la alianza: pelirrojo o no, Ronald Lacey es otro gran secundario británico todoterreno, e incluso toma parte en la divertidísima pero tardía tangana final.
Menos trompazos que enredos, música -music hall, para ser específicos- y liantes con más cara que espalda para que, como de costumbre siempre que se nos presentaba en solitario, Bud disfrutase de lo lindo haciendo el ganso ampliando sus muecas de fastidio, resoplando y mesándose la barba para lucirse como el extraordinario cómico que demostraba ser sin Hill: pero no sufras, que lo verás repartiendo estopa, calentando hocicos o dando masterclasses sobre cómo subirte al escenario de un teatro a base de guantás finas. No mucho tiempo, eso sí. No cabe duda de que el director de 'Y si no, nos enfadamos' sabe sacarle el mismo partido a un pequeño teatro que al gimnasio de aquella.
Charleston -o Peter Parker- sí, porque es su profesión. Son Bud, Fondato y los hermanos De Angelis los que no pretenden engañar al espectador que busque algo ligeramente distinto.
antonio lopez herraiz
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow