9-1-1: Lone Star es una serie derivada de la original 9-1-1.

La historia central que oficia como hilo de cohesión narra los avatares de una estación de bomberos en Texas en donde dos bomberos Owen Strand (Rob Lowe) y su hijo TK Strand (Ronen Rubinstein) trabajan mientras urde el drama de la relación tensa entre padre e hijo, a ese dúo se incorpora Michelle Blake (Liv Tyler) como una eficiente pero rebelde enfermera que ayuda desde sus salidas de socorro mientras entabla relaciones con Owen. Como historias secundarias están los episódicos accidentes, incendios y otros desastres que ambientan y crean algo de tensión en la serie.

Derivada de 9-1-1 cuenta con la misma productora, distribuidora, creadores y productores ejecutivos y hasta los mismos canales de emisión. Empero derivada, deudora e inscripta en el mismo género y estilo de series de su antecesora, 9-1-1: Lone Star no cuenta con el mismo brillo que su precursora.

El plantel actoral cuenta con algunos actores famosos (NO por ello buenos) como Liv Tyler, la que lució hermosa en un protagónico en 1996 en Belleza robada (Stealing Beauty) bajo la dirección del afamado director Bernardo Bertolucci ¡nada menos! y que representó papeles varios en películas taquilleras Armageddon (1998), El Señor de los Anillos (2001-2002-2003), Ad Astra (2019) Lamentablemente la otrora bella Liv que encandiló desde la mirada de Bertulucci ya hoy es una no tan bella señora entrada en años y kilos de más la cual no supo, no quiso o no pudo suplir su pérdida de belleza y formas con algunas dosis de calidad actoral. Así que ahora vemos a una actriz que se ha convertido en una del montón que hoy encarna a un personaje pivote en un serie mediocre.

El resto de los actores no son dignos de mención, no para mencionar algo bueno de ellos porque todos (o casi) no dan la talle para el personaje que les toca representar quedando entonces su representación con fuertes improntas de impostación lo cual crea un halo inverosímil en la serie.

Hay, eso sí, un subtexto en la historia que pasa como una promoción a la diversidad sexual, las relaciones entre adictos a las drogas. Así se presenta al bombero TK Strand como adicto, suicida y homosexual en una relación ¡inverosímil, por cierto! muy cercana y amable con su padre, el bombero Owen, el jefe del destacamento en donde hay negros, musulmanes y rubios yankies conviviendo en total armonía entre compañeros homosexuales, transexuales y heterosexuales. (Es justo y necesario llevar un mensaje de paz al público mostrando convivencias ideales pero creo que ésta no es la forma).

Mostrando una total, armoniosa e inverosímil convivencia intercultural, interrracial y sexual dentro del parque, Los conflictos pasan entre el núcleo de la población urbana de Texas representados por los tradicionales WASP (White, Aglo sajón and protestant)... ¡Ay! No se puede creer.

En fin una serie más que engrosará la lista de los bodrios.

Basta ver un capítulo para cambiar de canal o apagar el TV.