De lo peor que he visto en mi vida. Una sucesión de gags, inconexos entre sí, con muy poca gracia en su gran mayoría, unidos anárquicamente. De la duración de la cinta (70 minutos, en claro homenaje a las pelis de dibus que marcaron nuestra infancia) podríamos salvar unos 5 minutos (7 siendo generosos, muy generosos) de metraje. En cierto modo, que dure solo unos 70 minutos es uno de los puntos fuertes de la película: te deprime, pero no llega a matarte (y ya se sabe que "lo que no te mata..."). Minipunto para Epstein y Jacobson.

No soy capaz de recomendarla a ningún tipo de usuario, ni por edad, ni por gustos, ni por edad mental. Es demasiado bestia como para ponersela a un niño pequeño, y demasiado cutre y mediocre para que la disfrute alguien con más de dos veranos. Un despropósito de principio a fin.