No sé si me quedé más impresionado por el hecho de que se tomaran con tanta tranquilidad el encontrarse de golpe con sus propios clones o la calidad interpretativa del trío protagonista. Recreator sólo merece un poco la pena por su final (aunque si estás leyendo esto sabrás que hay algo diferente en él y por tanto te lo esperarás).

Un trío de personajes tonto, y el otro trío clónico tonto y pedante. Si ya el guión de por sí carece de sentido las actuaciones lo hacen parecer una película hecha por aficionados en una tarde. Gregory Orr demuestra su nula capacidad para enseñar una historia que hace más gracia que otra cosa. Incoherencias por todos sitios y ganas de que acabe cuando se pasa el umbral de "qué está pasando".

No vale ni como thriller, ni como pseudo terror, ni siquiera como comedia para reirte de ella. Todo lo que veas está creado para que te acabe cayendo mal.