Una película tremendamente irregular que tiene una media hora final insoportable. La primera parte de terror casi básico, mucho más plano y fácil, termina en una ida de cabeza epiléptica que te pondrá más nervioso que otra cosa. Se agradece que Karl Mueller intente hacer algo distinto de la típica película de metraje encontrado, pero lo que acaba ocurriendo es que tenemos una cinta demasiado pretenciosa y demasiado abierta a la que, si encima te has olido el final", no le encontraras mucha razón de ser.

Probablemente lo mejor de la cinta sean esos primeros minutos que te hacen hasta querer apartarte dela sociedad y vivir en el fin del mundo. También está muy bien todo el tema de Mr Jones creado casi como una leyenda urbana a lo Slender y sus apariciones son curiosas cuanto menos. Sobre el desarrollo de la película y lo apaleables que son los personajes no hablaré mucho.

Quizá si se hubiera mantenido en ese punto perturbador de los espantapájaros a lo bruja de Blair y no hubiera tirado tanto por lo psicológico hubiéramos tenido una experiencia mucho más accesible. Sin embargo, lo que nos queda es una película difícil de ver (literalmente) y muy incómoda, pero no en un sentido terrorífico que podríamos esperar.