Había olvidado esta película por completo. Me puse a verla siempre fascinado por todo lo que lleve la etiqueta de "terror" y lo que obtuve fue una enorme sorpresa. Primero, porque la película me parece bastante buena dentro de su campo. Segundo, porque mi cerebro había olvidado que ya había visto esta película durante mi pre-adolescencia en un cine de verano de sesión doble.

La primera hora es de notable. ¿Un slasher en una road movie? Suena tan grotesco que es extraño que quede tan natural. El carisma de la pareja protagonista -hasta Paul Walker está inspirado, a pesar de hacer de sí mismo- hace que ese viaje por las rutas de EEUU sea placentero. El propio John Dahl se encarga de meter suficientes elementos cómicos que son tan abruptos que ganan en impacto.

Esta primera hora desemboca en una segunda parte que me gusto mucho menos. En cuanto la pareja pone pie en tierra, y Leelee Sobieski se une a la aventura, la película decae. No es culpa de la actriz, que tampoco es que haga un papel maravilloso. Es culpa de que su aparición marca un giro y la película no vuelve a recuperar su lugar.

En cualquier caso, una película que recomiendo ver, sobre todo si por delante de ti han pasado mil slashers y hrillers del estilo. Nunca como primera opción, pero para una noche aleatoria puede valer.