Hitch cuenta con todas las papeletas a priori de ser una película altamente predecible, simplona, fácil pero a la vez divertida. El único problema está en que todo eso es cierto sin ningún margen para la experimentación.

Hay un curioso género de películas obsesionadas por descubrir los misterios de la mujer, como si de personas con un patrón muy marcado se tratara. Sin ir más lejos viene a la mente "¿En qué piensan las mujeres?", típicas películas que, a base de clichés, crean una comedia romántica simpática para algunos y machista para otros, pero que funcionan bien en taquilla (tanto para público femenino como masculino).

Will Smith en esta ocasión hace un poco de si mismo, llega a conseguir no resultar pedante a pesar de que su personaje en base lo sea, creyendo poder controlar todo y ser el hombre perfecto. Por supuesto, en otro nuevo cliché más que esperable, todos sus conocimientos servirán de poco cuando quiera conquistar a una mujer que captó su atención.

Lo más divertido de la película es la relación entre Hitch y su cliente, interpretado por Kevin James. Cuando ambos están en pantalla la hacen considerablemente divertida, el resto de la película es más que olvidable. Por si fuera poco, una última escena (tras un final super feliz por supuesto) de bailes puesta a modo de "mirad que graciosos podemos llegar a ser" ponen el colofón a la peor película de Will Smith casi sin ninguna duda.

Tan divertida en ocasiones como desechable en el resto de la película. Una pena que ese resto sea un 60% de la cinta.