Quizá haber visto esta película sin ningún contexto, como una pieza única de animación que no forma parte de una saga, hubiera hecho que la mirara con otros ojos, pero al contextualizar la película pierde todo el sentido que pudiera tener.

He disfrutado las dos anteriores, e incluso el subproducto de los Minions, pero los síntomas de agotamiento de Gru son más que palpables. Los Minions han quedado casi como cortinillas entre escenas tal y como le pasó a la ardilla de Ice Age, y el universo de Gru en general, su familia y sus personajes, no son lo suficientemente interesantes como para mantener el tipo tantas entregas. Los nuevos añadidos le dan cierta frescura, con un villano atípico que además va acompañado de una banda sonora sensacional (aunque también algo predecible y fácil).

Gru 3 se deja ver, por supuesto, pero es una señal más de que la maquinaria de Gru hace tiempo que está oxidada. Viéndola no te aburrirá tampoco, pero parece más un capítulo largo que una película que pueda permanecer en tu mente más de una semana.