Hay producciones caseras que caen simpáticas desde el primer segundo, y a Otakus le pasa precisamente eso. No sé si será porque Andrés Borghi tiene especial facilidad para caer bien en esta parodia o que realmente es buena, pero lo cierto es que me reí bastante viendo como la pareja protagonista se dedicaba a ridiculizarse el uno al otro.

Otakus se ríe de sí misma y no de los Otakus. Si eres un seguidor del manga y de la cultura japonesa te hará mucha más gracia que si ves el corto sin saber de qué va la cosa. Se centra en Dragon Ball como eje, pero acaba siendo una divertida recreación de la mayoría de mangas y anime del palo que tocan.