Una estupidez como un templo, pero oye, de alguna manera se ríe de toda esa gente que se cree capaz de solucionar el mundo desde el sofá criticando todo lo que ve y oye. Es triste además reconocer que esto pasa, y mucho más a menudo de lo que debería ser, que noticias falsas e incluso bromas de páginas acaban calando y la gente acaba creyéndose un montón de tonterías. Además, Javier Ruiz va más allá y ataca un poco a la hipocresía de mucha gente.

Así que sí, este corto hará daño a aquellos que se pasan el día sentados leyendo noticias y haciendo comentarios con el único fin de aparentar saber cómo funciona la política. ¿Que la cosa está muy mal? sin duda, pero no van a venir a solucionármelo todos aquellos que pretenden tener la clave para todo. El mundo necesita más transparencia y sinceridad, a todos los niveles.