Un thriller inmensamente telefílmico que tiene cosas bastante buenas pero que en ningún momento se sacude su condición de mediocre. Philip Winchester tampoco ayuda mucho con su actuación.

Estamos ante uno de esos thrillers interesantes que te dejan pendiente y necesitado de saber qué ha ocurrido. Prácticamente no importa su calidad técnica o cualquier otra, lo único que te importa es saber por dónde van los tiros. Por ello, y prácticamente por las propias características del género, la película puede llegar a merecer la pena en algunos instantes.

La mala noticia de la película es que la resolución te deja con más dudas que cuando empezaste. Allen Wolf pierde totalmente el hilo y, cuando parece que finalmente va a pasar algo termina por no pasar nada. Te merecerá la pena sólo si te gusta mucho el género, pero es de lo más mediocre.