Interesante film australiano, que narra una misión real que aconteció en la guerra contra el ejército turco, en la segunda década del Siglo XX.
La narración es más bien convencional, pero las escenas de masas, de luchas, están muy bien rodadas, sobre todo el asalto final a la fortificación turca.
Buen montaje, soberbio sonido y una excelente banda musical a cargo de Mario Milo, consiguen enganchar al espectador, con un estilo vibrante y ágil, que hace que la película, un poco larga para lo que se cuenta, entretenga.
Quizás se deberían haber cortado algunos diálogos de la parte central y alguna secuencia que no aporta nada a la acción central, pero se sigue bien y los sentimientos de honor, valentía, humanidad y amistad, están mostrados con tacto y credibilidad.
El personaje de uno de los tres protagonistas, el del chico que ha acudido a la guerra para que los suyos le admiren y, aunque le sobra valentía y determinación, comprueba que es incapaz de matar a nadie en el frente de batalla, está bien dibujado y resulta emotivo en su candidez y personalidad.
Buena fotografía y una historia de amor nada original, completan una cinta que puede olvidarse con cierta facilidad, pero que resulta muy digna.