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Voto de Proyecto Freak:
8
Romance. Musical. Fantástico Adaptación en imagen real del clásico de Disney "La bella y la bestia", que cuenta la historia de Bella (Emma Watson), una joven brillante y enérgica, que sueña con aventuras y un mundo que se extiende más allá de los confines de su pueblo en Francia. Independiente y reservada, Bella no quiere saber nada con el arrogante y engreído Gastón, quien la persigue sin descanso. Todo cambia un día cuando su padre Maurice (Kevin Kline) es ... [+]
21 de marzo de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
En conjunto, toda la película es un remolino de emociones que crea tanto sonrisas como posibles llantos. Bill Condon (‘Mr. Holmes’) trae a la vida un live-action que arremete favorablemente en la mente del espectador, transportando a cualquier persona a la ostentosa Francia de aquella época.

Contra todo pronóstico, ‘La Bella y la Bestia’ ha traído de nuevo un clásico muy fiel a su animación original. No obstante, la cinta nos sorprende añadiendo icónicos momentos del cuento original escrito por Jeanne Marie Leprince de Beaumont, sin dejar de lado algunos toques propios que la diferencian en cierto modo de su predecesora. Uno de los miedos que tenían los seguidores a la hora de ver en la gran pantalla este clásico era si Disney sería capaz de estrenar una cinta idéntica a la que ya hicieron en 1991 o traerían algo fresco al cine. Todo se resuelve a que la compañía ha logrado, sin arriesgarse, un gran cambio creado a partir de pequeños retoques en el guión que han conseguido que todos los personajes te transmitan algo más que una simple participación vacía.

Emma Watson ha sido la escogida para dar vida a una Bella que, aún conservando su esencia principal, en el largometraje su personalidad ha sido diseñada para remarcar su independentismo, su inteligencia y sobretodo su ingenio para hacerla protagonista indiscutible de este film. Sin embargo, y a pesar de su físico extremadamente similar, parece que no acaba de enfocar bien sus expresiones a la hora de interpretar a nuestro personaje. Por otro lado, el 97% de la película Dan Stevens crea, a través del CGI, una temible bestia tan realista que engaña hasta al espectador más crítico. El doble esfuerzo que le ha supuesto al actor re-interpretar al príncipe hechizado capturando el movimiento tanto del cuerpo como del rostro ha dado sus frutos para mostrarnos una impresionante bestia que incluso llega a eclipsar a veces a Watson.

En cuanto al villano indiscutible del film, Gastón (Luke Evans), el actor nos lleva un paso más allá de aquel engreído y patán cazador que aparece en la animación. En este caso, Evans nos muestra a un Gastón sádico que es capaz de destruir todo cuanto le rodea solamente para obtener lo que él desea, sin dejar de lado su pose más chulesca y narcisista- ni su poca cabeza-, una actuación muy digna y espléndida que nos hace profundizar más en la historia al mostrar algo más que un incrédulo de pueblo. En contraposición a él nos encontramos con su fiel amigo y secuaz Lefou (Josh Gad), un personaje que también ha sufrido algunos cambios de personalidad para traer una nueva visión de él, sin abandonar su principal esencia, la figura que entretiene. Gad crea un específico Lefou que deja de ser el bufón de Gastón para convertirse en su pequeña voz de conciencia y evita que su demente amigo haga locuras. Además, contamos con un factor sorpresa: él amor que profesa por el apuesto villano enternece su figura para mostrar su lado más encantador.

A pesar de todo, la cinta continua con unas participaciones excepcionales por parte del reparto inanimado. Con un toque estilístico más realista, los objetos del castillo mantienen la esencia vital del clásico sin dejar de lado su enfoque más fresco y novedoso. Entre ellos, nos encontramos al dúo Lumière (Ewan McGregor) y Ding-Dong (Ian McMellen) que aportan gran parte del peso de la maldición pero sin dejar de lado su humor.

Dejando de lado las interpretaciones, el largometraje se compone de otros elementos que son esenciales para su éxito. Para comenzar, los escenarios de una Francia más realista influyen mucho a la hora de poder disfrutar del film, ya que son mas acordes con la vida que los aldeanos llevaban en el pueblo, pero sin dejar de lado la luminosidad característica de la animación. Como en el clásico Disney, la banda sonora está compuesta por el veterano Alan Menken, quien tiene una larga trayectoria junto con la productora. Menken hace oda a toda su música creada para la animación y añade nuevas composiciones para que sean más distintivas de este film. A pesar de las distinciones que ha creado, y las nuevas canciones- igual de emotivas que sus predecesoras-, la música sigue acompañando a una cinta llena de magia.

Para leer más: http://proyectofreak.com/pw/critica-la-bella-y-la-bestia-una-mezcla-casi-perfecta/
Proyecto Freak
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