*Propuesta interesante reflexiva sobre la interpretación

Fauna es una extraña película, arriesgada en su planteamiento de metalenguaje. Comedia dramática sobre la interpretación actoral y la cultura popular de narco series.

Comienza con una historia aparentemente banal de una pareja de novios, Paco, Francisco Barreiro, y Luisa, Luisa Pardo. Van en coche a casa de los padres de ella pero les falla el localizador de ruta. La casa está en un recóndito pueblo minero.

En seguida llega otro vehículo conducido por el hermano de Luisa, Gabino, Lázaro Gabino Rodríguez.

Hasta ahí una comedia sencilla sobre la visita familiar. Luisa presenta su novio a su madre Tere, Teresa Sánchez, y al padre, José Rodríguez López.

El novio despierta la lógica curiosidad de los padres pues es un conocido actor de la popular serie Narcos. El padre quiere que Paco improvise una escena a lo que se resiste en principio. Finalmente accede interpretando una actuación sin palabras y tras su nueva insistencia otra con textos.

El guion escrito por el director Nicolás Pereda va acercando el núcleo de la película reflexionando sobre la interpretación y las identidades personales. Pinceladas de humor negro dosificadas aderezan la trama a lo largo de Fauna.

Pronto va apareciendo sutilmente el toque costumbrista de la cultura popular sobre las series de narcos. Los culebrones, series y telenovelas quedan parodiados sutilmente en el guion.

*Mejores intenciones que resultados

Con apariencia de intencionado falso documental la película se va decantando hacia la acción dramática. Así evoluciona ésta inicialmente comedia muy personal de Nicolás Pereda.

Sin embargo en ocasiones la trama se vuelve tortuosa y confusa. Parece que no llegan a cuajar adecuadamente las buenas intenciones del guion. Como si las piezas del rompecabezas precisaran de otras más para engarzarlas adecuadamente en el guion. Lo que hubiera podido ser un resultado fascinante no acaba de convencer.

Los espectadores probablemente se queden insatisfechos con la película al no llegar a fraguar con coherencia.

Algunas secuencias quedan sueltas sin una clara ilación con el conjunto de la película. Así por ejemplo aquella donde Luisa, también actriz, no puede dormir por la ansiedad ante su actuación del día siguiente. Hace que su madre le sirva de espejo en la interpretación del texto. Extrañamente su madre ama de casa lo hace mucho mejor que ella.

También queda deslavazada la secuencia donde los tres hombres beben cervezas en el bar del pueblo. Paco, Gabino y el padre de Luisa gastan las horas hasta la madrugada dejando pasar la vida. Mientras tanto el ritmo de Fauna sigue lento y confuso.

*Final abrupto y atropellado

Más adelante aparece un atisbo de mejora de la película cuando Gabino conversando con su hermana Luisa habla sobre el libro que lee. El tono de Fauna gana interés con la historia del hombre que va al pueblo buscando al desaparecido Rosando Mendieta. La trama mejora con las incidencias del hotel de bungalows entre el joven y otra alojada. Pero tras ésta breve recuperación del interés vuelve de nuevo el confusionismo a la película.

Llegada a ésta parte final Fauna hace aguas por muchas vías no pudiendo salvarla las correctas actuaciones actorales ni su buena fotografía. La falla probablemente radique tanto en el desarrollo del guion como en el montaje final de la película.

Como pequeños oasis que alivian nuestra sed de buen cine con historias coherentes encontramos pequeños guiños hilarantes de humor negro. Letras acertadas de las dos canciones que interpreta Teresita, la mesera, mientras los clientes están en la barra.

La secuencia del encuentro en el bar entre los dos hombres y la joven también queda confusa por su ambivalencia errática. Mientras tanto los trabajadores de la mina siguen yendo en motos al trabajo mientras el día amanece sin aclararse la trama.

Las iniciales buenas intenciones de Fauna quedan difuminadas en su final abrupto. Deseamos que el buen crédito de Nicolás Pereda se recupere en futuras películas.

*Conclusión

Fauna rebaja las expectativas percibidas tras el comienzo de la película. Un guion errático y el montaje confuso están detrás de nuestra decepción.

La buena idea de trabajar sobre la idea central de la interpretación desde dentro de la película acaba perdiendo fuerza con su desarrollo.

Ocasión perdida que tal vez más adelante pueda retomar y llevar a mejor realización otra dirección más acertada en una nueva película.

Director de películas anteriores también minimalistas de difícil digestión para el gran público.

Escrito por Fernando Gálligo Estévez