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Voto de Cinemagavia:
8
Drama Narra de manera íntima la historia de un hombre bueno, el médico colombiano Héctor Abad Gómez, carismático líder social y hombre de familia, un destacado médico y activista por los derechos humanos en el Medellín polarizado y violento de los años 70. La trama relata la vida del doctor y padre de familia, preocupado tanto por sus hijos como por los niños de clases menos favorecidas. En su casa se respiraba la vitalidad y la creatividad ... [+]
4 de mayo de 2021
37 de 49 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Andarse con medias tintas

El olvido que seremos nos acerca a la figura de Héctor Abad Gómez, médico de profesión y líder social colombiano. Desde un punto de vista variable, Fernando Trueba narra la historia de un buen hombre que luchó por los derechos de los más desfavorecidos, sin ideologías extremistas en una época en la que Medellín estaba polarizada. La cinta nos muestra la vida de una persona que no se rige bajo el código de actuación dominante, sino que su amor y valores humanos, están por encima de sus actos.

La bondad de Héctor Abad Gómez se muestra desde una mirada amable y cercana que realiza su hijo, con el mismo nombre, muchos años después tras haber escrito un libro. Razón y pasión se unen en esta película, para tratar temas tan fundamentales como la importancia de la educación universal, la sanidad pública o la figura del padre como modelo de conducta. El tema central es la ausencia de miedo ante la diferencia de opiniones y la escucha activa de aquellos que no opinan como nosotros.

El olvido que seremos funciona a modo de espejo social ante el surgimiento de ideologías extremistas en las sociedades occidentales, tras varias crisis económicas. En la pantalla podemos ver a un personaje que lucha por los seres humanos, más allá de ideologías, lo que implica que los extremistas tanto de izquierdas, como de derechas le critiquen. Esto mismo sucede en la sociedad española actual, en la que el odio ha cubierto los ánimos de los votantes que siguen a los partidos como si de equipos de fútbol se tratase.

*Tiempo vital

El olvido que seremos contiene en una película una vida, la de Héctor Abad Gómez y lo hace tratando tres épocas distintas de su vida. La historia está narrada por un hijo que añora a su padre, al que vemos evolucionar a medida que va creciendo su hijo. El punto de vista va cambiando cuando avanza la trama, al principio vemos todo desde una visión infantil y romantizada de la realidad y cuando crece, el punto de vista lo lleva Héctor Abad Gómez.

La dirección realizada por Fernando Trueba es perfecta, cada escena hace avanzar la trama y emplea una planificación adecuada al punto de vista y al tono en cada momento. Ha creado dos películas dentro de una, en la primera parte vemos un tono más distendido con toques de humor y colorido, mientras que la segunda parte es más dramática y se muestra en blanco y negro. La figura de Héctor Abad Gómez se muestra en un formato 2:35 con composiciones en las que queda enmarcado en el entorno, y no a modo de retrato individual de la realidad.

El olvido que seremos está fragmentada por la variación del punto de vista, que no afecta en absoluto al espectador, ya que lo concibe como un punto de vista en común, porque al fin y al cabo el padre es un recuerdo del hijo. Todo ello apoyado por la magistral actuación de Javier Cámara, que debía haber estado nominado al Goya, dado que recrea un personaje muy complejo de la mejor forma posible.

*Conclusión

El olvido que seremos es la última película de Fernando Trueba, que dirige de forma magistral una historia sobre una buena persona. Sin embargo, falla al crear una primera parte con una puesta en escena demasiado peripuesta, con actuaciones algo sobreactuadas, a pesar de tener a Javier Cámara inmenso durante toda la trama. Contar la vida de una persona es algo muy complicado, por ello en ocasiones el ritmo se acelera y deja cosas por el camino.

El olvido que seremos asombra por su atrevida dirección y la actuación de Javier Cámara, es una película con una estructura muy sólida y una temática de gran interés y entretenimiento. El discurso final de Héctor Abad Gómez marcará al espectador, que al salir de la sala reflexionará sobre los actos de bondad que ha realizado a lo largo de su vida. Una película muy necesaria en estos momentos en los que la libertad de expresión se ve limitada por las ideologías extremistas presentes en las sociedades occidentales.

Escrito por Santiago Varela Antúnez
Cinemagavia
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