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Voto de Cinemagavia:
8
Drama Cuando su hijo se ahoga al salvar la vida de un amigo, la pareja se ofrece a acoger al niño. ¿Qué pueden hacer con el niño que sobrevivió a su propio hijo? El padre intenta enseñarle a trabajar y lo cuida como a una familia. La madre le es distante pero poco a poco abre su corazón. (FILMAFFINITY)
16 de abril de 2020
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Las distintas maneras de afrontar el dolor

El dolor por la pérdida, la necesidad de superar el luto, la culpa y el perdón, son los temas centrales de la nueva joya que nos llega desde Corea del Sur, Last Child. Es una ópera prima prodigiosa, escrita y dirigida por Shin Dong-Seok, la cual se ha empezado a comparar con la película china Hasta siempre, hijo mío (Wang Xiaoshuai, 2019). Comparten su acercamiento al sufrimiento de unos padres tras la muerte de su único hijo.

Es un melodrama doloroso que transita por los sentimientos a menudo reprimidos y las distintas maneras de enfrentarse a la aflicción derivada del duelo. Sin embargo, está filmada con extrema sensibilidad y sin buscar la lágrima fácil, realizando un estudio meticuloso de las distintas etapas de ese dolor.

*La hipocresía del entorno

Last Child tiene una puesta en escena sencilla que entrega el espacio necesario a sus personajes. El trío protagonista formado por Choi Moo-Seong, Kim Yeo-Jin y Seong Yu-Bin, realiza unas actuaciones contenidas y sublimes, pese a no ser demasiado conocidos. Los dos primeros han tenido una carrera más bien como secundarios y el último es un joven debutante.

Se puede considerar a la película como una pieza de cámara delicada y pausada, que se vuelve punzante cuando es necesario. Su giro dramático de la parte final se ve venir de lejos, pero eso no limita su capacidad para gestionar las emociones en un desenlace sobrecogedor. También plantea una pequeña crítica social sobre la manera de afrontar la tragedia por parte de las instituciones y todo el entorno. Parecen más preocupados en pasar página sin ser salpicados por las lágrimas, que en acompañar y comprender el dolor de los que lo padecen.

*La verdad curativa

En Last Child se forma un triángulo emocional extraño entre los padres del joven fallecido y el chico al que salvó de ahogarse. Durante su creciente acercamiento, los personajes son invadidos por distintos sentimientos. Rechazo, odio, curiosidad, necesidad, piedad, amor, envidia. No precisamente en ese orden. Es una relación compleja que va mudando la piel de sus corazones, hasta finalmente entender que la curación de sus heridas solo puede hallarse a través de la asunción de la verdad.

Es un proceso que se describe a la perfección desde la sutileza de los detalles, sin necesidad de recurrir a diálogos explicativos. El guion está tan bien escrito que no es necesario contar nada más para que el espectador vaya entendiendo las distintas fases por las que pasan los tres personajes. Parece muy fácil y sencillo hacerlo, pero es lo más complicado de hacer cine. Transmitir emociones sin necesidad de hacer uso de las palabras.

*Conclusión *

Last Child es la ópera prima de Shin Dong-Seok que escribe y dirige con maestría un ejercicio melodramático sobre la superación del dolor, tras la tragedia de perder a un hijo. Está protagonizada de forma asombrosa por Choi Moo-Seong, Kim Yeo-Jin y Seong Yu-Bin, que forman un triángulo de emociones complejas que va mudando de piel hasta poder enfrentarse a la verdad como acto curativo.

El dolor por la pérdida, la necesidad de superar el luto, la culpa y el perdón, son los temas centrales de esta joya. Last Child pasa a engrosar desde ya un puesto relevante entre Lo mejor del cine coreano reciente. Recomendada a todos los amantes del cine asiático y, en general, a todos los espectadores sensibles con el dolor ajeno.

Escrito por Daniel Farriol
Cinemagavia
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