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Voto de Cinemagavia:
8
Drama Léo (Félix Maritaud) tiene 22 años y vende su cuerpo por un poco de dinero. Los hombres van y vienen, y él se encuentra a sí mismo buscando el afecto en cualquier lugar donde pueda obtenerlo. No sabe qué le deparará el futuro. (FILMAFFINITY)
13 de junio de 2019
14 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
La humanidad en el averno

Es una bajada a los infiernos, pero sin una pretensión de buscar la pena o lástima del espectador y tampoco juzgar y posicionar a los trabajadores sexuales en un submundo aberrante. Hay una historia viva, humana, por lo que el público es el encargado de pensar y meterse dentro hasta las entrañas. Una creatividad muy sensible, que va más allá, con una búsqueda constante de la identidad personal y social. La utilización de la palabra es en su justa medida. Los personajes expresan con lo que callan, con sus miradas y con su propio cuerpo. Este film permite humanizar y dejar de estereotipar el mundo de la prostitución, en este caso, masculina. Alejado de una vertiente más estilizada como hiciera François Ozon en «Joven y bonita», sí comparten el plasmar una historia que suele ser tabú en la sociedad y la envuelven en una sinceridad necesaria en la sociedad.

Crudeza introspectiva

El realismo y la verosimilitud que atrapan al público en Sauvage tiene mucho que ver con la forma de interpretar de absolutamente todo su elenco. Félix Maritaud es el encargado de dar vida a Leo. Su trabajo es tan brillante, que, en ocasiones, parece que estemos ante un documental de calle. Una verdad en su manera de interpretar, de utilizar la palabra, el gesto… Se entrega en cuerpo y alma al film. Está impresionante en cada una de las escenas que realiza, interpretativamente. Sin pudor, con una profesionalidad de subrayar. Transmite a la perfección los sentimientos en los que se ve atrapado su personaje. El espectador lee a través de él, se convierte en su cómplice. Además, hay que aplaudir la gran capacidad actoral para desarrollar con naturalidad e incluso, crudeza de algunas escenas sexuales de gran brusquedad. Su actuación es uno de los mejores elementos del film.

El reparto completa la gran interpretación de Maritaud con pinceladas que se clavan como puñales en la emoción. Entre los más destacables está Éric Bernard. El actor no cae en el estereotipado de la clase baja y crea una ternura, lejos del esquema de masculinidad que marca la sociedad. Un gran acierto, dado que es importante mostrar esa delicadeza en hombres como Ahd, sin ser necesario establecer una conexión sentimental con otro hombre para serlo. Y otra de las piezas más importantes es Claude, en la piel de Philippe Ohrel. Ohrel representa a una parte del colectivo gay que parece a veces olvidado e incluso, utilizado como burla, pero en este film se homenajea y humaniza este aspecto. Ohrel capta al espectador con su dulzura sin caer en el maniqueísmo del “santo” y es la guinda necesaria para crear una travesía hacia la compasión, pero también a la libertad.

A medida

Sauvage muestra la desnudez como expresión artística en sí misma, sin planos gratuitos y con una justificación más que apropiada. Puede ser una película que no capte a todos los públicos por la brusquedad y el mensaje que se muestra. Un largometraje que va de menos a más y culmina con un desenlace poético y ajeno de una significación expresa. El espectador es el único que debe comprender lo que se plantea en ese último plano de la película. Como bien se titula esta reseña: “Aute Cuture”, en referencia a la crítica social de la cantante Rosalía hacia la alta costura y lo que ello conlleva, la humanidad está al servicio de todos, no solo de unos cuantos. Ejemplo de ello, es la gran historia de amor que hay detrás de lo que aparentemente podría ser solamente una memoria de la calle. La complejidad del ser persona.

Por último, hay que analizar que a nivel estético ha sabido tener voz y estilo propio. Cercano a un cine más social, bebe de influencias del género documental y la cámara en mano. No tiene inconveniente en acercar la fotografía cara a cara con los actores. No hay un intento de mostrar la musicalidad del paisaje, sino el realismo en su estado más puro. Los planos podrían parecer descuidados en algunos momentos, pero la realidad es que dan ese toque “dirty chic” que le otorga personalidad en su resultado. Los colores que se utilizan están bastante enlazados con el mundo de la noche, pero cabe destacar que la luminosidad de ciertas escenas crea ese contraste tan bien planeado. Por lo que, aunque visualmente no haya creado composiciones artísticas y fotográficas elevadas como en «La vida de Adèle», ha sabido captar la fuerza y el carácter visual que la historia necesitaba.

Conclusión

Es un homenaje a humanizar y dejar de lado el estereotipo del estilo de vida de una persona. Unos personajes creados con mucha inteligencia, profundidad y sentimiento. Grotesca y cruda en varios momentos, que elevan todavía más el desgarro introspectivo que hay dentro del film. Un guion que evoluciona hasta culminar en la propia reflexión de la emoción. Sauvage es una historia viva y con una sensibilidad brillante. Félix Maritaud se consagra en el cine con este papel, está impresionante y lo hace con una verdad que, sin duda, es una de las mejores actuaciones de su carrera. Deslumbrante. Un estilo más cercano al cine social y callejero, con pinceladas del documental que transportan al espectador dentro de la propia historia. Como su propio nombre indica, salvaje, pero, con una delicadeza humana que atrapa y seduce al espectador hasta el final.

Escrito por Diego Da Costa
Cinemagavia
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