*Un drama cotidiano “no para todos”

Mi diario de liberación no es, definitivamente, una serie para todos. Es lo que denominaría como un “drama pausado”: repleto de escenas cotidianas, escenas silenciosas, diálogos largos y reflexivos. Una mirada a la vida y lo que queremos de ella.

El uso de los silencios y la sutilidad de las tramas, hacen de esta serie una maravilla para aquellas personas que les guste el cine filosófico. Es fácil identificarse con los personajes. Sus miedos y sus deseos traspasan la ficción, narrando la cotidianidad de muchas personas. La serie nos muestra la incertidumbre de la vida; quiénes somos y qué queremos.

Emociones fuertes escondidas tras unas actuaciones sutilmente perfectas, en especial por parte de los cuatro protagonistas interpretados por los actores Lee Min-ki, Kim Ji-won, Lee El y Son Seok-koo. No es lo que llamaríamos una serie mainstream; sus giros dramáticos y la acción de los personajes no se basa en mostrar, sino en expresar un sentimiento en el que la audiencia pueda sentirse reflejada y reflexionar.

*Park Hae-young: una guionista con mirada realista

Nada más terminar la serie fui corriendo a averiguar quién estaba detrás del guion, y al leer su nombre pensé: “Oh, ahora todo tiene sentido”.

La guionista, Park Hae-young, se caracteriza por escribir historias realistas, nostálgicas y de mucha reflexión. Dramas como “Another Miss Oh” o “Mi señor” son algunos de sus trabajos más introspectivos y sobre la sociedad humana. Qué queremos, qué soñamos, qué deseamos y por qué, son algunas de las preguntas que sus protagonistas intentan responder a lo largo de las historias.

Mi diario de liberación lleva todas esas dudas a otro nivel, mostrando la vida de tres hermanos con deseos y pensamientos completamente diferentes. Tiene un manejo impecable de las tramas, haciendo de un drama coral, una historia íntima y personal. Cada detalle, cada diálogo, cada tema está medido y perfectamente ejecutado. Park Hae-young consigue encogerte el corazón y que reflexiones sobre tu propia vida y tu ser.

*Personajes con miedos reales

Un ser humano no es solo una cosa u otra, es la manifestación de una vida y todo lo que aprende en ella. Así son los protagonistas de Mi diario de Liberación; amor, adoración, dinero, soledad… Sus historias podrían ser la tuya, la de tu vecino o la del amigo de un amigo. La serie consigue marcar las personalidades tan distintas de los personajes sin dejar de lado sus contradicciones más humanas.

Mi-jeong, la hermana pequeña, nos deja ver la vida desde la introversión: el agotamiento social, el sentirse apartada de la sociedad y luchar con su mundo interior que cada vez le pide más. Gi-jeong, la mayor, vive con el miedo a perder su atractivo con los años, a no sentirse deseada y nunca encontrar el amor de un hombre que cumpla con sus altas expectativas. Chang-hee, el mediano de los tres hermanos, está obsesionado con la libertad de la buena vida que tan lejos queda de la suya. Por último, tenemos a Gu, el misterioso vecino que tanto se esfuerza por olvidar y esconder su pasado.

Ya sea en el campo o en la ciudad, estos personajes se embarcan en un viaje interior, buscando la forma de liberarse de sus miedos y sus defectos mientras luchan con la monotonía que conlleva vivir como un adulto.

*Conclusión

“Hay que aprender a liberarse”, el mensaje está claro. Esta serie ha resultado una sorpresa muy agradable. Aunque al principio me asustaba que fuera a ser pesada, resultó que no hay momentos de descanso, la historia avanza consiguiendo mantener tu atención en todo momento. Hay un sentimiento extraño al terminar Mi diario de Liberación, como si hubieses estado toda una vida junto a estos personajes y de repente tuvieses que decir adiós.

La guionista y el director forman un tándem maravilloso: me han hecho reír, me han hecho llorar, y me han hecho apreciar la calma y sutileza con que se puede contar una historia, incluso en estos tiempos donde todo pasa demasiado deprisa.

Escrito por Gemma Rubio Massó